La Universidad Politécnica de Cataluña y el biomagnetismo

Por Fernando Frías, el 13 septiembre, 2011. Categoría(s): biomagnetismo • CRESCA • Universidad Politécnica de Cataluña

Según su propia web, El Centre de Recerca en Seguretat i Control Alimentari (Centro de Investigación en Seguridad y Control Alimentarios, CRESCA)

desarrolla su actividad tanto en investigación básica aplicada como en la formación especializada en el campo de la seguridad y control alimentario como herramienta de transferencia de tecnología en especial hacia las empresas del sector alimentario. 

Desde CRESCA se da soporte tecnológico a empresas e instituciones con las que desarrolla investigación orientada; para ello se realizan convenios con empresas, programas de I+D, estudios técnicos, formación continua, etc.

Se trata de un centro dependiente del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cataluña.

De modo que, lo miremos por donde lo miremos, resulta bastante inexplicable que ofrezcan esto:

El documento de presentación del curso (pdf) ayuda a quienes, por tener una formación científica correcta, jamás hayan oído hablar de eso del «biomagnetismo terapéutico». Se trata, dicen, de

una nueva disciplina terapéutica que busca el equilibrio bioenergético, cuya alteración tiene repercusiones funcionales producidas tanto por virus como por bacterias. A través de imanes, se rastrea el cuerpo como si fuera un escáner y se detectan los puntos que originan el mal funcionamiento de un órgano y la presencia de virus, bacterias, hongos o parásitos. Dicha técnica neutraliza y elimina estos patógenos devolviendo al organismo a su estado de equilibrio. Es un método totalmente inocuo y puede tratar todo tipo de enfermedades y disfunciones, incluso a nivel emocional.

Si semejante cosa les suena a magufada del quince, acertaron de pleno. Fíjense si no en los objetivos del curso:

  • Conocer las bases teóricas del Biomagnetismo terapéutico.  
  • Aprender la técnica con el test de Kinesiología para reconocer los virus, bacterias, hongos, parásitos y tóxicos del usuario y comprobar que, una vez aplicado el par biomagnético, ya no se encuentran en el cuerpo del usuario. 
  • Saber identificar los puntos de rastreo: aplicar los pares biomagnéticos correspondientes al usuario según los virus, bacterias, hongos, parásitos y tóxicos detectados. 
  • Realizar la práctica de la técnica, suficiente como para que el alumno  aprenda a desenvolverse bien con ella. 

Claro, para tratar todas esas cosas no vale con un profesorado cualquiera, ni mucho menos; hace falta (además de contar con un par de imanes amablemente suministrados al abonar los 765 euros del ala que cuesta el curso) un profesor muy especial:

José Luís Badrena. Graduado en  Naturopatia, Acupuntura, Osteopatía y Homeopatía. Diploma en Acupuntura y Tuina por la China Beijing Internacional en 1993. Presidente del Centro de Formación Ismet. 

En fin, les ahorro comentarios acerca de esos diplomas y grados en naturopatía, acupuntura, osteopatía, homeopatía y demás prácticas mágicas. En realidad, lo único que nos puede llamar la atención de su currículum es su

Formación en Biomagnetismo con el Dr. Goiz (destacado científico, médico y académico; fundador del Centro de Investigación de Biomagnetismo médico).

Doctor Goiz que, al leer esto, pensarán ustedes que es toda una lumbrera (al fin y al cabo fue quien se sacó de la chistera esto del biomagnetismo, ganándose así su hueco para la posteridad en compañía de prohombres como Samuel Hahnemann, Edward Bach, David Daniel Palmer o el inventor del aceite de serpiente). Puede ser, aunque, todo hay que decirlo, hay quien no tiene una opinión tan elevada sobre él.

Ni sobre su invento: en vista de lo anterior, parece que el lugar del biomagnetismo está, más que entre las disciplinas científicas que imparte la Universidad Politécnica de Cataluña, entre patrañas como el reiki, la acupuntura, la reflexología o el feng-shui. Y, bueno, de hecho lo está:

Solo que quien lo ha colocado en ese cruce entre un listado de cursos y una antología del disparate no soy yo, sino el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales (ISMET) que, recuerden, dirige el también director del curso, José Luis Badrena, y que la propia web del CRESCA presenta como coorganizador.

De modo que sí, ese es su lugar, Pero ya me contarán ustedes cómo se justifica que un centro perteneciente a una prestigiosa universidad (aunque con algún tropezón, no crean) y dedicado al estudio de la seguridad alimentaria organice y ofrezca públicamente un curso de una práctica pseudomédica como es esto del biomagnetismo. Como no sea que los responsables del CRESCA se han creído esa historia de que los imanes de la nevera vuelven cancerígenos los alimentos…



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Por Fernando Frías, publicado el 13 septiembre, 2011
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