Se armó el Belén (Crespo)

Por Fernando Frías, el 5 diciembre, 2013. Categoría(s): Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios • General • homeopatía • Ministerio de Sanidad ✎ 26

En nuestro país, una de las manifestaciones más tradicionales del cabreo es el humor más o menos negro. Así que no es de extrañar que cuando El País publicó la noticia de la regularización de los «medicamentos» homeopáticos (de la que hablamos aquí el otro día) Twitter empezó a llenarse de comentarios que se tomaban a broma el esperpento la decisión de la Agencia de Medicamentos.

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Pero lo que nadie se esperaba es que también se sumase a la fiesta nada menos que Belén Crespo, la directora de la Agencia, que quiso hacer sus propias aportaciones chistosas mediante una entrevista publicada en el diario El Mundo.

No todos los fármacos homeopáticos tienen que demostrar eficacia Salud EL MUNDO

 

Cuando Javier Salas, que publicó la noticia en Materia, me habló de este asunto el viernes pasado, me comentó que desde la Agencia se habían negado a dar más información sobre el tema, y lo mismo decía ayer María Sahuquillo, la autora del artículo de El País. De modo que, al aparecer la entrevista, lo primero que se me vino a la cabeza es que aquel silencio oficial fue una estrategia para dar la exclusiva a El Mundo. Pero claro, eso fue antes de leerla; después de la lectura se me ocurrió otra hipótesis: quizá fuese simplemente que la cosa les daba mucha vergüenza…

Porque vean, vean lo que dice la señora en cuyas manos está la calidad, seguridad y efectividad de los medicamentos (y ahora también de las chuches) que se venden en las farmacias de nuestro país. Las preguntas (P.) son de Ángeles López Urbano, que hace un gran trabajo; las respuestas (R) son de Belén Crespo, que… bueno, lean:

P. ¿Los productos homeopáticos han demostrado su eficacia?

R. No todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia, depende del tipo que sea. Algunos, los que no hacen reivindicación de una indicación, es decir, no dicen que vayan a tratar algo concreto, no tienen que demostrar eficacia porque no hacen una alegación terapéutica. Aquellos que sí lo hacen, sí lo tienen que demostrar.

Vale, hasta aquí estamos de acuerdo, por chocante que resulte: los medicamentos (todos) deben demostrar su eficacia, excepto los homeopáticos, que pueden registrarse mediante un procedimiento simplificado que les exime de demostrar que sirvan para nada.

P. ¿Se pueden vender en farmacias sin ser medicamentos?

R. Sí, porque son medicamentos que tienen unas diluciones ínfimas y entonces pueden perfectamente estar en las farmacias, siempre que se garantice la calidad y seguridad.

Ah, aquí la cosa ya no está tan clara. ¿De verdad basta con que un producto tenga «unas diluciones mínimas» para que pueda estar tranquilamente en las farmacias? ¿Se podrían vender como medicamentos, por ejemplo, los sopicaldos de los que habla Juan Revenga en su entrada de hoy en El nutricionista de la general? Según cualquier definición (la de nuestra legislación, por ejemplo) medicamentos son

toda sustancia o combinación de sustancias que se presente como poseedora de propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades en seres humanos o que pueda usarse en seres humanos o administrarse a seres humanos con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, o de establecer un diagnóstico médico.

Parece evidente, por tanto, que para considerar como medicamento a una sustancia no basta con que esté muy diluida: debe poseer esas propiedades terapéuticas. Y aunque la normativa europea tenga la desfachatez de decir que esas «diluciones ínfimas» también puedan ser registradas como medicamentos, toda una señora directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios debería pensar de otra manera.

Digo yo, vamos. Porque ella dice otra cosa:

P. ¿La seguridad y la calidad no se tienen que demostrar en un ensayo clínico?

R. No. La calidad se demuestra con todas las normas de fabricación y la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos.

P. ¿Ni siquiera cuando se habla de medicamento?

R. Cuando se habla de medicamento sí, en ese caso se tiene que demostrar calidad, seguridad y eficacia. Pero es que los medicamentos homeopáticos tienen una regulación específica, definida en la legislación europea.

De modo que «cuando se habla de medicamento» sí hay que demostrar la calidad, seguridad y eficacia, pero cuando se trata de productos homeopáticos ya no: lo de la calidad, tratándose de placebos, sobra, la seguridad simplemente se da por supuesta en atención al grado de dilución, y la eficacia… bueno, ni está ni se le espera.

P. ¿Qué pretende ahora Sanidad?

R. Estos medicamentos están en el mercado con una disposición transitoria, no hay casos de toxicidad ni ningún problema asociado. Lo que queremos es evaluar y autorizar aquellos medicamentos que ahora quieran entrar a formar parte de lo que es el vademécum de medicamentos.

Como ya vimos el otro día, lo de que «están en el mercado con una disposición transitoria» sencillamente no es cierto. Y la Agencia, encima, lo sabe. En la entrada anterior transcribí un fragmento de esta sentencia de la Audiencia Nacional; ahora les transcribo otro:

La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ( Sección Cuarta ) ha pronunciado la siguiente Sentencia en el recurso de apelación número 99/2011, interpuesto por LABORATORIOS BIOTICA, S.L., representada por la procuradora Sra. Rosa Sorribes Calle, y asistida por letrado D. Miguel Vidal-Quadras Trías de Bes, contra la sentencia de fecha 31 de enero de 2.011 del Juzgado Central número 8 de lo Contencioso-Administrativo de Madrid, en el procedimiento ordinario número 56/2.008 , siendo parte apelada la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, representada y asistida por la Abogacía del Estado, sobre denegación de autorización de comercialización de medicamentos homeopáticos.

Así que ya ven: la propia Agencia fue parte en aquel procedimiento, así que difícilmente puede desconocer esa sentencia (y alguna otra similar).

Pero la señora Crespo va más allá y dice que «no hay casos de toxicidad ni ningún problema asociado».  Bueno, pues resulta que el origen del procedimiento judicial en el que recayó aquella sentencia es precisamente… la retirada del mercado de unos productos homeopáticos por alerta sanitaria (pdf). Retirada realizada, por cierto, con un bastante de «trampa».

Sigue diciendo la entrevista que

(…)P. Sorprende que puedan ser considerados medicamentos cuando no tienen reclamo terapéutico.

R. Ya, pero esa discusión no depende de nosotros, depende de una directiva de medicamentos europea que sí reconoce este tipo de medicamentos. Hay que tener en cuenta que las normas se hacen para toda Europa, que nosotros tenemos muy poca cultura de la utilización de medicamentos homeopáticos pero que hay países como Alemania donde gran parte de las clínicas importantes utilizan estos productos.

Así que ya lo ven: la cosa no va de eficacia, sino de cultura (alemana) e incultura (española). Landismo en estado puro, vaya.

Pero aún no hemos llegado a lo mejor. Sigan leyendo:

(…)P. ¿No puede ser confuso para el paciente?

R. No, porque lo primero que tiene que hacer un paciente, y todos en general, es ser un paciente informado. A un paciente no hay que estar siempre protegiéndolo. Cualquier persona, si va a utilizar la homeopatía, si un médico le ha dicho que puede utilizar la homeopatía, tiene que saber perfectamente lo que está haciendo. Una persona que está utilizando un medicamento sabe que hay medicamentos que son sustancias químicas o biológicas y que tienen un registro de medicamentos industriales y también sabe que luego están los medicamentos homeopáticos, que pueden tener otro tipo de regulación y que se utilizan para otro tipo de indicaciones. Depende de la cultura. Hay mucha gente que no quiere tomar sustancias químicas o biológicas.

¿Ven? Todo es cuestión de cultura. Cultura tan elemental como la que pueda tener un niño de primaria, que probablemente sepa que no hay sustancias que no sean «químicas o biológicas». O son sustancias (y por tanto químicas) o no lo son. Algo que debería saber la responsable de una Agencia que, se supone existe para

la protección y promoción de la salud de las personas

O, bueno, se suponía. Porque por lo visto ahora «a un paciente no hay que estar siempre protegiéndolo». Claro, eso se explica la siguiente contestación:

P. Pero lo que la gente quiere es que si se toma algo con un fin, se cumpla, ¿no cree?

R. Claro, pero eso depende de la relación médico-paciente. Cuando una persona va a un médico que le prescribe un producto homeopático el médico se lo explica, le dice por ejemplo: ‘Yo te prescribo esto para este fin, porque sistemáticamente tienes catarro y te voy a reforzar un poco la parte de las defensas’, y se lo prescribe sin más. No hay más.

Eso y, bueno, una absoluta ignorancia por parte de la señora Cespo acerca de la realidad de la homeopatía. Porque, vamos, eso de «reforzar un poco la parte de las defensas» no se lo cree ni su propio Ministerio. Ni la entrevistadora:

P. ¿Y cómo se demuestra que refuerza las defensas?

R. Si el medicamento dice que va a reforzar las defensas, sí que tenemos que solicitar un ensayo clínico donde demuestre su eficacia.

Ah, claro. Y si en vez del medicamento lo dice el médico o la directora de la Agencia no pasa nada, ¿verdad? El engaño al paciente solo es inadmisible si aparece en el prospecto.

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Y para terminar, la señora Crespo nos obsequia con un par de perlas más:

P. De todos los que se van a regular, ¿cuáles tienen alegación terapéutica?

R. Lo que nosotros hacemos ahora es un llamamiento a aquellos productos que están en el mercado para que nos digan si se quieren ajustar a la legislación o no. Vamos a ver para qué se presentan y si tienen indicación demostrada. En total, hay como unos 6.000 medicamentos, no 19.000 como se ha dicho. Hasta que no tengamos esas peticiones, no los podremos evaluar, así que por ahora no podemos decir más.

¡Ah, maravilloso! Resulta que son unos 6.000 placebos, «no 19.000 como se ha dicho». Pues lo gracioso es que quien lo ha dicho es la propia Agencia, en la memoria que acompaña al proyecto de Orden (pdf). Concretamente dice que en su día

Se presentaron más de diecinueve mil solicitudes de registro, la mayoría de las cuales incluyen diversas diluciones y formas farmacéuticas de cada uno, que hasta el momento, no han sido evaluadas ni resueltas.

Si bien más adelante dice que, como no se sabe cuántos de aquellos productos siguen en el mercado,

partiremos de una cuantía determinada de medicamentos homeopáticos, que puede estar en torno a los catorce mil medicamentos homeopáticos

En fin, que no sé si serán 19.000 o 14.000. Pero quien por lo visto tiene aún menos idea es la señora Crespo, precisamente quien tiene la obligación legal de conocer esos datos. Porque fíjense en la respuesta que da a una pregunta parecida en la entrevista que (ahora sí) ha concedido a El País:

P. ¿Cuántos productos se van a regular?

R. Creemos que alrededor de 6.000, aunque depende de la forma de contarlos. Antes se hablaba de 19.000 porque se contaban todas las diluciones. Ahora se cuenta la cepa madre. De todas formas no sabemos cuántos van a solicitar el permiso, por eso hemos abierto un plazo para que los interesados se postulen.

P. ¿Sanidad no sabe entonces cuántos productos de este tipo se están vendiendo?

R. No, no tenemos un registro actualizado de las autorizaciones que en su día se dieron como transitorias, aunque las farmacias conocen perfectamente los que hay.

“Los homeopáticos son medicamentos como todos los demás” Sociedad EL PAÍS

Entrevista en la que la señora Crespo, como verán, se las arregla para quedar aún peor:

P. Estos medicamentos llevaban casi 20 años con permisos temporales. ¿Por qué se ha tardado tanto en hacer esta regularización?

R. Porque no teníamos las herramientas para poder hacerla. Hemos intentado varias veces modificar la legislación básica sobre el pago por los servicios y no ha sido posible hasta ahora.

P. Entonces el retraso se ha debido a la discrepancia sobre el pago de las tasas que los laboratorios deben hacer para que la Agencia evalúe sus productos.

R. No, no por discrepancias, sino porque hacía falta una ley como la ley de garantías, que se aprobó en verano, que pudiéramos aplicar en este caso específico. Teníamos una legislación que no contemplaba que ahora, por ejemplo, hay evaluaciones que cuesta menos realizarlas debido a las nuevas tecnologías. Ahora se ha conseguido un pago justo por un servicio que damos.

La Ley de garantías a la que se refiere esta señora es la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Y sí, han leído bien: 26 de julio de 2006. Lo que se produjo el pasado verano fue una pequeña modificación para modificar las tasas (elevándolas, por supuesto) e introducir la posibilidad de tramitación electrónica de los expedientes. Pero lo mejor es lo de que «ahora se ha conseguido un pago justo por un servicio que damos». No negarán ustedes que es el sueño de todo español: que las administraciones públicas nos traten a todos con esa misma justicia (y hasta generosidad, como vimos en la entrada anterior) con la que obsequian a las industrias homeopáticas, ¿verdad?

Sigue diciendo la señora Crespo que

P. Estos productos llevaban años a la venta sin que se hubiera realizado análisis de su calidad seguridad o eficacia.

R. Los laboratorios fabricantes trabajan con unas normas de determinadas de calidad. Además, los medicamentos homeopáticos son presentaciones con unas concentraciones tan bajas que es prácticamente imposible tener un problema de seguridad con ellos. Nunca hemos tenido comunicaciones de reacciones adversas importantes. Se podrían asimilar, en cierta manera, a las plantas medicinales o a las fórmulas magistrales, tienen una composición conocida y se toman en unas cantidades tan pequeñas que no suponen un riesgo.

En lo cual podemos estar de acuerdo… hasta que vemos que tomar esas «cantidades tan pequeñas» (de nada) en vez de medicamentos de verdad puede tener consecuencias, a veces, mortales.

Pero bueno, eso ocurre con los remedios ineficaces. Porque según la señora Crespo hay otros eficaces, a los que se exigirán estudios:

(…)P. ¿Qué tipo de estudios? ¿Qué se les va a pedir?

R. Son estudios distintos a los que se hacen con los fármacos industriales pero tendrán que demostrar su calidad, seguridad y eficacia igual que el resto de los fármacos. Aunque el análisis de la efectividad puede variar dependiendo del tipo de producto e irá en función del riesgo que presenta para el ciudadano. No es lo mismo un medicamento teratógeno que homeopático. Así es que dependiendo de la indicación que el laboratorio solicite en ese momento para el fármaco nosotros, la Agencia, determinaremos qué estudios de efectividad pedimos.

Ah, vamos, que a pesar de decir y repetir eso de que «son medicamentos igual que todos los demás», a la hora de exigir la demostración de efectividad tampoco van a ser iguales. Ni mucho menos: como no presentan riesgos para el ciudadano, la evaluación será más benévola. El problema es que no presentan riesgos sencillamente porque no producen efectos, ni adversos ni favorables. En la mayoría de los países europeos esto se ha traducido en la autorización masiva de productos homeopáticos por el procedimiento simplificado, ante la imposibilidad de acreditar eficacia alguna. Pero aquí, por lo visto, lo vamos a hacer al revés: si son inocuos los miraremos con buenos ojos y no seremos muy exigentes con lo de la efectividad. Fantástico, ¿verdad?

Porque claro, está muy bien que la señora Crespo diga que

(…)P. ¿Cómo tiene constancia de ello la Agencia? ¿Hay algún estudio sobre su prescripción o su consumo?

R. No, no hay ningún estudio pero realmente no podemos hablar de un sector desregulado. Es una cuestión de creencia y de cultura. Tenemos que elevar la discusión a términos científicos: los laboratorios intentan demostrar que sus medicamentos son eficaces para una determinada indicación y nosotros tenemos que comprobar que es así. Si logramos probarlo, si cumplen esos criterios, esos fármacos estarán autorizados.

O no, no está muy bien. O «es una cuestión de creencia y de cultura» o hay que «elevar la discusión a términos científicos». Pero bueno, dejando eso aparte, está muy bien que diga que si se puede demostrar que los productos son eficaces para una determinada indicación «esos fármacos estarán autorizados». El problema es que como «los que no quieren tener indicación terapéutica establecida no tienen que demostrar la eficacia», si no demuestran nada también estarán autorizados.

Y ese es el meollo de la cuestión. No que, como también dice la señora Crespo,

P. ¿Se ha hecho un cálculo de cuánto se va a recaudar en forma de tasas con esta medida?

R. No, y además en contra de lo que se ha hablado, esta medida no tiene un afán recaudatorio. Las tasas se imponen para pagar los servicios de evaluación de la agencia.

Porque eso es cierto: las rebajas de noviembre que han recibido las industrias homeopáticas no tienen afán recaudatorio, sino más bien todo lo contrario.

No; lo fundamental es que con esta fórmula la Agencia abre la puerta a que placebos sin ninguna efectividad terapéutica se vendan como «fármacos» con todas las de la ley. Algo que, es cierto, depende de la normativa europea y no de la española. Pero que no tiene por qué recibir todas las facilidades del mundo por parte de la Agencia, incluyendo unas inusitadas rebajas en el pago de las tasas (recuerden que la industria se quejaba de que tendría que pagar 350 millones de euros; ahora la cosa les saldrá por poco más de un millón).

Y que, desde luego, no tendría por qué recibir el regalo publicitario de una directora de la Agencia que no tiene reparos en hacer propaganda de la homeopatía o contar esas milongas a la prensa. Porque una de dos: o está mintiendo o no tiene ni idea de lo que habla. Y en cualquiera de los dos casos, eso la descalificaría para seguir ejerciendo su cargo.



26 Comentarios

  1. Al parecer la legislación es mucho más dura para los lacticos que incluyen lactobacilos, que sí que tienen que demostrar su eficacia para poder publicitar que «ayudan a nuestras defensas», mientras que las diluciones homeopáticas van a tener carta abierta para considerarse medicamentos sin tener que demostrar nada de nada.

    Bravo

  2. Yo me pregunto como se pretende la ficción de que los Gobiernos defienden a sus ciudadanos de los abusos y estafas, si en un asunto como la homeopatía, que es de los que más claros en cuanto a que son productos que son básicamente estafas en cuanto que objetivamente son placebos que se publicitan como medicamentos, ninguno de los Gobiernos (ni PP ni PSOE) han hecho absolutamente nada para evitar su venta, ni siquiera en las farmacias, cuyo monopolio legal en la venta de medicamentos se argumenta precisamente en que son una garantía sanitaria para el ciudadano y que es por esa protección por la que paga el sobrecoste del monopolio de las farmacias.

  3. Váyanse a la mierda, señores/as gobernantes. Lo pero de todo es que van a convencer a la opinión pública de la bondad de homeopatía (que ya va convencida en gran parte). La LOMCE, la homeopatía…., nos quieren agarrados al arado.

  4. Pues a mi no me parece mal que los vendan en las farmacias. A ver, es agua, solo agua. Con que se demuestre que no envenena es suficiente, y si va a la farmacia tal vez la gente los compre solo cuando el medico se los recete. Y eso es una ventaja enorme.

    A ver:

    – hay mucha gente que cuando va al medico no se va agusto si no se lleva al menos dos recetas de algo.

    – la mejor cura del resfriado *comun* es tomar muchos medicamentos homeopaticos para no deshidratarse y no bajarse a jugar al futbol con llubia para no empeorarlo

    – la mejor cura para la gripe *comun* es tomar mucha homeopatia, reposar y esperar una semana.

    – la mejor cura para la diarrea *comun* es hacer dieta, tomar mucha homeopatia y papel higienico del suavecito.

    – el unico que puede decidir si un resfriado, gripe o diarrea es comun o no es un medico titulado.

    Pues la gente que ira con mocos a la consulta, el medico decidira si tiene un resfriado o un cancer de mocos. Si tiene un cancer de mocos le dara un medicamento de verdad, y si tiene un simple resfriado le recetara dos docenas de medicamentos homeopaticos y consejos de sentido comun, el paciente se ira contento con sus recetas y pasara el resfriado como se han pasado siempre. Y el paciente jurara que se ha curado antes.

    ¿Que ocurre ahora? Que el medico le dice que beba agua, el paciente se cabrea, y una de dos, o le receta antibioticos para que se calle (y esto es muy malo para todos, por las resistencias que puede conseguir cualquier bacteria que ande por ahi) o el paciente al salir va a la consulta de un charlatan que le pone unas piedras en el pie y le receta homeopatia.

    Esto para lo que sirve es para que los medicos puedan recetar efecto placebo, para recetar menos antibioticos y para pillar dinero de impuestos. Y si en vez de recetar homeopatia de marca recetan homeopatia generica (que no creo que sea dificil de hacer) mucho mejor, porque la SS gasta menos y los homeopaticos de marca tendran que bajar su precio, con lo que el negocio del agua de colores sera menos apetecible.

    Yo solo le veo ventajas a que la homeopatia caiga en manos de medicos de verdad…

    1. Yo sí que veo problemas, porque se le da validez a una mentira, porque se desacredita el trabajo de muchos profesionales dándole la misma validez a estos «medicamentos» y porque es peligroso que la gente piense que curan, porque la gente no sólo (sí aún acentúo esa palabra) toma medicamentos cuando se los receta el médico, sino que se toma muchas libertades, y llega a sustituir tratamientos efectivos por los homeopáticos por miedo a los efectos secundarios o porque las palabras «natural» o «milenario» tienen una especie de efecto hipnótico que no alcanzo a entender.
      Ven más naturalidad en la invención de un estafador que en moléculas que llevan con nosotros millones de años, producidas por la naturaleza (antibióticos artificiales hay pocos, casi ninguno, y no se suelen usar, para el que le interese) y que nosotros sólo hemos metido en una pastilla, pero al margen de eso, pienso que la gente debe saber la verdad por encima de todo, y principalmente en temas como la salud, lo que cura, cura, y lo que no, que lo diga, y que cada uno tome lo que quiera pero con conocimiento de causa. Ya existen placebos para hipocondríacos con el precio justo para que «curen» pero sin ningún chupóptero detrás.

      1. Bueno, pues que la homeopatia se venda solo con receta si eso es lo que te preocupa.

        Es muy dificil pelear con la homeopatia. Pelear contra las brujas es facil, obviamente. Pelear contra las pulseritas y demas tonterias magneticas tambien. Pelear contra los herbolarios es sencillo, porque basta con decir que si, que el remedio natural esta ahi, pero que no se sabe en que dosis esta, ni con que tipo de agua se mezcla, ni a que velocidad se asimila… cosa que con una pastilla que lleva ese remedio si se sabe porque esta medido y cada pastilla lleva siempre la misma cantidad.

        Pero con la homeopatia no se puede pelear, porque tiene aspecto de medicamento, el principio activo esta muy medido (de hecho, se basa en la medicion) y tiene una base cientifica muy fuerte (te da una cantidad pequeña de algo para que tu cuerpo aprenda a pelear el solito contra la enfermedad, igualito que las vacunas). Y cuando vas a decir que bueno, que solo es efecto placebo, te saltan con el ejemplo de que los gatos no sienten efecto placebo y los veterinarios homeopaticos (existen) consiguen curar a sus mascotas antes que los veterinarios normales.

        La unica manera de acabar con la homeopatia es meterla en el sistema. Lo que no tiene sentido es ponerse frenetico contra la homeopatia diciendo que solo es agua, porque si solo es agua, ¿que mas da que la gente lo tome? Es que no entiendo todo el esfuerzo que se emplea en luchar contra que la gente beba agua. Seria mejor para la salud publica emplear todo ese esfuerzo en que la gente deje de fumar o tomar cafe (la cafeina no es inocente en absoluto).

        Si es una cuestion de dinero, pues se hacen genericos homeopaticos y a correr. ¿Cuanto le puede costar a la Seguridad Social una pastilla de azucar o un jarabe de agua?

        PD: «Sólo» se acentúa cuando se puede sustituir por «solamente» *Y* existe posibilidad de confundirlo con «solo» de estar solo. No es lo mismo «el hombre toma un café solo» que «el hombre toma un café sólo».

        1. ¿que mas da que la gente lo tome? Es que no entiendo todo el esfuerzo que se emplea en luchar contra que la gente beba agua.

          ¿Que qué más da? Se empieza por legitimarla y lo siguiente es gastarse dinero de todos en subvenciones a una ESTAFA. Porque la homeopatía es una ESTAFA. Cuanto te venden algo alegando unas propiedades que, no nos olvidemos, NO POSEE, te están estafando (definición de diccionario). El primero paso es permitir esa estafa y el siguiente, tal y como ha pasado en Suiza y Francia, es obligarnos a todos a pagar la puta broma.

          1. Seria una estafa si no hubiera informacion sobre lo que realmente es, pero si la gente quiere pagar por agua… ¡Espera! Ya pagamos por agua embotellada.

            El tabaco es veneno. El alcohol casi. La cafeina deberia ser un medicamento, porque tu crees que te espabila, pero de paso te cambia la tension arterial, te relaja el cardias, te deshidrata… Y el te parecido. Y eso por no hablar de las drogas blandas, que la opinion casi unanime de «internet» es que hay que legalizarlas.

            La homeopatia es lo de menos. Es grave, si, pero el daño que hace no esta a la altura de la polvareda que levanta. ¿Quieres un buen blanco? Metete con los que dicen «no» a las vacunas. Con los que quieren legalizar las drogas blandas. Con los de las medicinas orientales (esas agujas…). Con los diseñadores de moda y sus mujeres escuchimizadas sobre tacones…

            Anda que no hay cosas que hacen mas daño. Todo esto ruido contra la homeopatia os hace parecer chiquillos histericos que quita peso a cualquier argumentacion sobre otro tema.

            Y no vayas a pensar que yo defiendo la homeopatia, que en absoluto, pero creo que la mejor manera de terminar con ella es meterla en el sistema y ponerla en manos de medicos de verdad.

        2. No se trata de que la homeopatía se venda con o sin receta.

          No es eso.

          Es que su sitio (si es que tiene alguno) no es el sistema sanitario. Al igual que no se dispensa agua bendita en las farmacias, tampoco se deberían dispensar homeopatía, flores de Bach, etc. Estas pseudoterapias SIN EFICACIA ALGUNA no deberían tener cobertura DE NINGÚN TIPO dentro del sistema sanitario de ningún país.

          La homeopatía se combate con la educación, no con la integración sanitaria. Así es como se acabó con las timo-pulseras y otras estafas, con la denuncia pública, información y educación.

          Por cierto y sin ánimo de ofender, tus comentarios me parecen algo pueriles y no realizados tras una reflexión profunda. Ejemplos:
          «La única manera de acabar con la homeopatía es meterla en el sistema».
          «…porque si solo es agua, ¿qué más da que la gente lo tome?»
          «…tiene una base cientifica muy fuerte (te da una cantidad pequeña de algo para que tu cuerpo aprenda a pelear el solito contra la enfermedad, igualito que las vacunas)»

          La primera afirmación es arriesgada, cuando no falsa. La segunda demuestra una gran ignorancia, ya que hay muchos casos documentados de muertes por usar homeopatía, ya que comporta en la mayoría de los casos dejar la medicina (la que funciona). El tercer párrafo es la suma de los dos primeros en cuanto al sentido, es decir, falsedad más ignorancia. El funcionamiento de las vacunas NO tiene ningún parecido con la homeopatía. NINGUNO.

          En última instancia, de tus comentarios se deduce que estás a favor de la institucionalización del timo, algo que dice más bien poco de la ética que profesas.

          Para finalizar, se ha hecho mucho esfuerzo en la publicidad de los perjuicios de las drogas, especialmente el tabaco, con los avisos en las cajetillas. Quizá es insuficiente, pero al menos no se presta a la desinformación existente sobre la homeopatía, incluso en algunos miembros del colectivo médico. Saludos.

    2. En desacuerdo: eso sería legitimar la estafa por parte de la Medicina. Que no se vendan en farmacias. Que no se llamen fármacos. El que los quiera usar que los use, pero nunca desde la legitimación científica. Ahora nadie tiene excusas: la educación llega a todos y el que no «ha pillado» la importancia del método científico en la historia de la humanidad es porque no ha querido, lo que desemboca en una simple situación de supervivencia de los más aptos: eres tonto= te mueres. Lo malo es la gente que tiene a su cargo seres desprotegidos en este sentido: niños, ancianos, minusválidos, animales domésticos. Ahí sí llamaría delito hacer reiki o dar homeopatía a una persona (o animal) dependiente, ya que por omisión podemos dañar muchísimo su salud.

  5. Hace años, los médicos prescribían inhalaciones o vahos de eucalipto para descongestionar las vías respiratorias por los típicos catarros. En la farmacia vendían bolsitas con ojas de eucalipto. También vendían potitos y polvos deshidratados para papillas de bebés. Ahora ya no (afortunadamente para el bolsillo), pero siguen vendiendo cepillos de dientes, pasta dental, chupetes, pastillas juanolas (regaliz) y un largo etcétera, que no son precisamente medicamentos… Y nadie se indigna por ello.

  6. Ninguna farmacia te vende un cepillo de dientes como un medicamento.
    Y para mitigar el ansia de recetas de un paciente malhumorado, los médicos ya tienen múltiples posibilidades. No hace falta que recomiende gotitas de agua a precio de chanel nº5.
    Esto es una ESTAFA, apadrinada por nuestro gobierno. Cuando he leído en la entrevista lo de que «A un paciente no hay que estar siempre protegiéndolo» se me envenena la sangre. Pero esta señora ¿cuál cree entonces que es su trabajo?
    Cese inmediato para esta mercenaria.

  7. Imaginemos (no es muy dificil de hacer) que tras una catástrofe natural (terremoto, tsunami,…) hay miles de afectados que necesitan ayuda urgente. Una parte importante de esa ayuda serían medicamentos y alimentos (aparte de otros bienes como mantas, tiendas de campaña y todo lo que podamos pensar).
    ¿Qué les enviaríamos? ¿Productos homeopáticos o alopáticos? Yo lo tengo claro: Medicamentos, es decir, aquellos que DEMUESTREN su efectividad y por tanto descarto los productos homeopáticos.
    Claro, los homeópatas saldrían diciendo que cada paciente necesitaría un estudio personalizado para que esos productos fueran efectivos (??) y blablabla.
    Y ya puestos porque no «homeopatizamos» todo. Al fin y al cabo porque nuestro sistema immune iba a ser menos que nuestro sentido del gusto o nuestro sistema circulatorio o sistema nervioso,…
    En cuanto a la comida: Ya puestos porque no cogemos un kilo de cocido madrileño (o de paella o de bacalao al pil pil,…) y lo diluimos en una concentración C30 (podeis hacer el cálculo de cuantos litros de agua «memorizada» saldrían ?. Hay infinitos números, pero a mi se me han acabado los que conozco). Segun los principios de la homeopatía serían mejor que el propio producto original (a mayor dilución mayor efecto). Imaginad a un voluntario a pie de catástrofe dándole un sorbito de ese agua memorizada a un niño pequeño y diciéndole a la vez «cuida, bébetelo despacio porque después la digestión va a ser muy pesada y no te engaño, porque a mi gato en España le dí 4 gotas y engordó kilo y medio».

    Lo que han dicho antes que yo. Se trata de legalizar una estafa y de decorarla con un muy aparente «principio de autoridad» porque la recetará un médico. Me da igual que lo digan los alemanes, los suizos o los marcianos. Si existe una agencia estatal (o europea) que se preocupa de legalizar productos contra las enfermedades esos productos deberían probar su eficacia más allá de lo que hace un placebo.
    Si no lo hacen, que otra agencia estatal (o europea) los apruebe, yo propongo que sea la «Agencia Estatal de Productos Inútiles» y que se vendan en las «inutilerías» o tiendas similares.

    Han homeopatizado los medicamentos, los sueldos, el trabajo, la educación, la sanidad en general, nuestros ahorros. Después lo harán con la comida, la información, nuestra capacidad de discernir, … en fin.

    Menos mal que el agua se acordará de todo….

  8. Luchar contra la homeopatía es difícil por una sola razón: para no aceptarla hace falta un pensamiento racional y quienes la emplean parecen no tenerlo (salvo los desinformados). Decir «a mí me ha ido bien con la homeopatía» no tiene más valor que decir «a mí me fue de maravilla cuando le rogué a la Virgen de Fátima». Y hace muchos decenios que la virgen sigue acumulando adeptos.

  9. Para el dolor de cabeza que debe tener esta pobre señora yo le «recetaría» una «pequeña dilución» de cianuro, que como es pequeña pues no tiene efectos adversos, eso sí, el karma se lo va a curar de lo lindo…

  10. No me puedo creer lo que he leído en la entrevista. ¿Qué estudios tiene esta señora? ¿Cómo es posible que sea directora de la Agencia?
    Pienso que esas declaraciones serían suficientes para una DIMISIÓN INMEDIATA.
    Y lo de legitimar algo porque «lo hacen los alemanes» ya me parece de chufla tirando a grave…
    Por favor: instemos a nuestros Colegios y Asociaciones para que hagan algo, que me muero de verguenza!!!!!!

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