Libre expresión y equidistancia

Por Fernando Frías, el 3 marzo, 2014. Categoría(s): antivacunas ✎ 4

La historia que contábamos en la entrada anterior sobre una charla antivacunas en la que se involucró al Ayuntamiento de L’Escala encierra dos lecciones: lo que puede llegar a suceder si una institución pública cede sus instalaciones sin verificar mínimamente para qué las está cediendo (como hemos visto otras muchas veces por esta lista) y también que el hecho de dar a conocer estas cosas puede servir para que la institución rectifique. En este caso, además, con el añadido de que ha servido para que el Ayuntamiento también haga saber públicamente su apoyo a la vacunación.

LEscala rectificacion

Pero la historia, o mejor dicho, alguno de los comentarios, sirve también para comprobar que determinados conceptos no son del todo bien entendidos por algunos sectores. Me refiero concretamente al comentario firmado por elisabet, que dice literalmente que

En primer lugar deberian saber que el Ayuntamiento NO ha programado ninguna charla, simplemente colabora con las Asociaciones del pueblo. Ademas se debe respetar la libertad de expresion, independientemente de estar de acuerdo o no con el tema. Por otro lado el interes de organizar esta charla, junto con otra en la que se esta a favor de vacunar programada para mas adelante, es debido a la necesidad de padres y madres que quieren estar informados desde los diferentes puntos de vista.

Vamos por partes.

 

1. «En primer lugar deberian saber que el Ayuntamiento NO ha programado ninguna charla..

Para empezar, es cierto que el Ayuntamiento no ha programado la charla, como ha comunicado la propia institución, pero no deja de ser también cierto que en la cartelería con la que se anunciaba el acto figuraba como colaborador de la misma:

25022014278-001

 

que la anunció en la propia web municipal:

AJUNTAMENT DE L ESCALA antes b

 

y que, hasta que llegó la rectificación, tenía previsto ceder la escuela infantil para su celebración.

No vamos a entrar aquí en la espinosa cuestión de si alguien en el Ayuntamiento sabía de qué se iba a hablar en la charla; la cuestión es que de cara a cualquiera que viese el cartel o el anuncio en la web, o que asistiera al acto en la escuela infantil municipal, si finalmente se hubiese celebrado allí, el Ayuntamiento parecía estar apoyando la charla. Prestar un apoyo, aunque sea circunstancial o incluso (si ese fuera el caso) involuntario a un tema tan peligroso como la propaganda contra las vacunas (una tendencia que, como dice Carlos Chordá, merece un apelativo más contundente que el de «antivacunas») es algo muy serio, y desde luego merece que los Ayuntamientos y las demás instituciones públicas extremen las precauciones para evitar que suceda.

 

2.- «simplemente colabora con las Asociaciones del pueblo. Ademas se debe respetar la libertad de expresion, independientemente de estar de acuerdo o no con el tema.«

Quizá uno de los errores más extendidos entre algunos críticos de este blog sea el pensar que la libertad de expresión incluye algún tipo de obligación de prestar toda clase de tribunas para que se ejerza dicha libertad. Ni un Ayuntamiento está obligado a ceder sus instalaciones para que quien sea diga lo que le dé la gana, ni tiene el sagrado deber de colaborar con las asociaciones locales en lo que le pidan y para lo que deseen. Sí que tiene la obligación de respetar el ejercicio de la libertad de expresión en toda la plenitud que le reconocen las leyes, pero nada más.

Más aun, en el caso que nos ocupa lo que sucede es todo lo contrario: los Ayuntamientos, como cualquier otra institución pública, están obligados a tutelar la salud pública y fomentar la educación sanitaria, obligación que parece difícil de conciliar con la programación de una charla de estas características.

 

3.- «Por otro lado el interes de organizar esta charla, junto con otra en la que se esta a favor de vacunar programada para mas adelante, es debido a la necesidad de padres y madres que quieren estar informados desde los diferentes puntos de vista.«

Y esa obligación de tutelar la salud pública y fomentar la educación sanitaria incluye, por supuesto, el rechazo a esa falta equidistancia tan de moda, que parece colocar en pie de igualdad a esa charla «en la que se está a favor de vacunar» y a la sarta de disparates previstos para el viernes pasado. No creo que a nadie en su sano juicio se le ocurra pedir a un Ayuntamiento que además de un acto contra la violencia de género programe otro en el que se defiendan «diferentes puntos de vista» sobre el maltrato a las mujeres, o que se contemplen los «diferentes puntos de vista» antes de decidir si se construye un puente sobre el río o se organiza un servicio de alfombras voladoras para cruzarlo. Y, sin embargo, en el ámbito de la salud parece que vale cualquier cosa, que la opinión de cualquier charlatán es tan válida como que la que esté basada en la evidencia científica, y que  «la necesidad de padres y madres que quieren estar informados» incluye la obligación de ceder una tribuna pública a las afirmaciones más descabelladas y las posturas más chifladas.

Lo cual no es cierto. Existen suficientes fuentes sólidas y fiables de información sobre las vacunas (por ejemplo esta o esta), pero llamar a una homeópata para que hable sobre ese tema no proporciona más información: genera ruido, produce confusión y, en última instancia, da lugar a que pasen cosas como esta.

Un brote de sarampión afecta a 26 personas en Barcelona y Girona   Cataluña   EL PAÍS

 

Porque el hecho de ofrecer una tribuna universitaria para un evento de astrología (bueno, para dos) o para un curso de zahorismo disfrazado de ciencia aún podría tener algún pase: son bobadas que tienen tan poca cabida en una Universidad como, no sé, una charla sobre telepatía animal o un experimento de captación de psicofonías (ejemplos absurdos pero, me temo, reales: uno y dos), pero al menos suelen ser inofensivas. Pero el apoyo de instituciones públicas a prácticas pseudomédicas es otra cuestión: pueden llegar a ser muy peligrosas. Y la moda de predicar contra la vacunación puede llegar a ser mortal para quienes menos culpa tienen de estas cosas: los hijos de los irresponsables que no vacunan o incluso otros niños que por una u otra causa se encuentren en situación vulnerable ante el descenso de la inmunidad de grupo. Y ante eso, de poco consuelo sirve explicar que los padres que decidieron hacer caso del charlatán que les aconsejó no vacunar solo estaban informándose de los «diferentes puntos de vista».



4 Comentarios

  1. En fin, el típico relativismo posmoderno que pretende hacernos creer que tengamos que aceptar todos los puntos de vista incluidos los que van en contra de los hechos observables y las evidencias científicas. Porque, al fin y al cabo, «la ciencia es solo una opinión más, otro relato de la realidad», dicen.
    Y eso unido al falso concepto de libertad de expresión que confunde el derecho a que nadie pueda impedirte expresar tu opinión por disparatada que sea, con el pretendido derecho a que los demás tengamos que hacer de altavoces de todas las opiniones, incluso las más disparatadas
    En resumen, si tú opinas que si me tiro por la ventana voy a salir volando en vez de estamparme contra el suelo, en un principio, no puedo impedirte que expreses tu opinión en tu blog. Pero no voy a dejarte el mío para que lo hagas ni me parece que tu opinión tenga el mismo valor que la de alguien que piensa que, efectivamente, me estamparé contra el suelo.

    Pero todo esto creo que lo explican mucho mejor aquí de lo que yo lo haría: https://theconversation.com/no-youre-not-entitled-to-your-opinion-9978

  2. Creo que las instituciones, sobretodo en un pueblo pequeño, pueden pasar por alto éste tipo de cosas. El ayuntamiento en éste caso tuvo la valentía de en twitter de posicionarse claramente a favor de la vacunación. Se la colaron, pero incluso diría que ni tan sólo la asociación se la coló, se la colaron los homeópatas de la liga antivacunación, que son muy conscientes de lo que hacen , de lo que les conviene que salga un logo público para darse credibilidad que no tienen, para poder presentar sus pamfletos como «las 50 cosas que tu médico olvidó mencionarte» y similares chorradas más uqe debunkeadas, y demostrar que «la medicina oficial» o «la ciencia oficial» se equivoca, por que ellos, que nunca han tenido que demostrar nada de lo que dicen, si saben la verdad de las cosas, y además son rechazados, de ahí su odio hacia la ciencia y las ganas de que fracase, marcándose com un tanto cualquier muerte que la medicina no pueda curar, o de los errores médicos, o de los errores de las farmacéuticas (algunos con delito de ocultación). Todos ellos tienen su consulta en la zona, y pescan clientes con éstas charlas, y encima quieren ser avalados por los logos del ayuntamiento parasitando las instituciones públicas y actuando como verdaderos buitres.
    Nunca citarán a ningún muerto por sarampión o cualquier otra enfermedad en sus charlas, ni por omisión de un tratamiento médico ni tienen por qué hacer estudios ni rectificaciones sobre sus actividades.
    Éstos son los verdaderos ideólogos y chiflados que mueven los hilos del miedo entre sus víctimas, que cada vez son más, por lo que me cuenta personal sanitario, en la provincia. Tienen nombres y apellidos, algunos de ellos son repetidores de los lugares comunes de la conspiranoia, chemtrails, nuevo orden, y cualquier otra chifladura. Si muchos de los incautos supieran del pie que cojean quizás se lo replantearían.
    Que las vacunas pueden tener efectos adverosos es conocido, estudiado, y lo puede informar un médico, por qué nadie lo esconde.

  3. En resumen, poco a poco se va erosionando uno de los principales logros médicos que nos han permitido olvidar terribles enfermedades infecciosas. Y como en todo proceso degenerativo, aunque tardemos años en descubrir los terribles efectos de este negligente comportamiento, puede lleguar un momento en el que nos tengamos que enfrentar a nueva variante del sarampión, la polio o cualquier otro asesino microscópico para la cual no sirvan las vacunas actuales y volvamos a la terrible época de las pandemias. Y todo ello gracias a la ignorancia de unos irresponsables padres y a la tolerancia de unas autoridades negligentes. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2014/02/nuevos-datos-sobre-el-movimiento_25.html

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Por Fernando Frías, publicado el 3 marzo, 2014
Categoría(s): antivacunas