Terrassa y las «ciencias alternativas»

Por Fernando Frías, el 26 marzo, 2014. Categoría(s): Ayuntamiento de Terrassa ✎ 27

cartel fira magica 2014 darrers canvis

El mundillo de las creencias absurdas mantiene una actitud muy curiosa con respecto a la ciencia: la odia y la ama a la vez. La odia porque la ciencia, entre otras cosas, pone de manifiesto que esas creencias son eso mismo, absurdas, y de hecho basta con unos mínimos conocimientos científicos para darse cuenta de que el reiki no tiene ni pies ni cabeza, la homeopatía es una filfa, las flores de Bach solo tienen sentido después de ingerir grandes cantidades del brandy con el que se preparan… Pero también la ama, o al menos la envidia por el bien ganado prestigio social de la ciencia, así que los vendedores de humo no dudan ni un momento a la hora de utilizar términos como «ciencias ocultas», «ciencias de frontera» o «ciencias alternativas» para bautizar sus supersticiones.

Ante este panorama resulta reconfortante que los científicos (los de verdad) y los interesados en la defensa de la ciencia (la de verdad) levanten su voz para protestar. Como han hecho un grupo de profesores, estudiantes y miembros del personal administrativo y de servicios de la Universidad Politécnica de Cataluña en el Campus de Terrassa, que han hecho público un Manifiesto por una Terrassa científica:

El pasado fin de semana, del 21 al 23 de marzo, Terrassa ha acogido una Feria Mágica en torno a las creencias esotéricas, mágicas e irracionales , que se enuncia con el epígrafe de «ciencia alternativa». Queremos dejar clara nuestra disconformidad respecto al uso fraudulento del término » ciencia» como cebo publicitario, en tanto que no hay otra ciencia más allá de la que contempla el método científico basado en la formulación de hipótesis, la experimentación contrastada, el rigor y el análisis racional y crítico.

Desde nuestro punto de vista, el nombre otorgado a esta actividad es un intento de confundir a la sociedad, aprovechando el prestigio de la ciencia. Entendemos que esta Feria puede ser un acontecimiento lúdico y comercial, adecuado para pasar un rato de ocio, pero queremos alertar que ningún producto o terapia que allí se promueva como basada en la ciencia, no puede ser considerada como tal y, incluso, puede constituir un fraude (en algún caso, peligroso).

[seguir leyendo el manifiesto en la web de la ÉsTech]

Y es que, en efecto, el acto realizado en Terrassa tenía mucho de «alternativo» (en el mal sentido que actualmente se atribuye al término), pero poco de ciencia. Tan poquito como lo puedan tener la práctica de biodanzas y rituales más o menos fantásticos, charlas con títulos como «La paz a través de la geobiología«, «Desprogramación del árbol genealógico» o «La quiromancia, una alternativa terapéutica» (sí, en serio). Y sí, también es cierto que se trataba de un acto comercial en el que muchos de los productos y servicios ofertados son fraudes, y en algunos casos incluso peligrosos.

Ante esto, no cabe duda de que, como dice el manifiesto,

Es necesario que el escepticismo crítico salga a defender el conocimiento que tantos siglos ha costado construir.

Pero también es necesario que las Administraciones públicas dejen de dar cancha a las supersticiones y los timos. Porque, ¿se han fijado ustedes en quién apoyaba el evento de marras?

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27 Comentarios

  1. Tenemos un problema serio que crece de manera peligrosa. La aceptación por gran parte de la sociedad de las terapias supersticiosas y las alternativas a la ciencia de verdad. El que esta feria se celebrase,y con el logo del ayuntamiento, es una muestra clara.

    Sin querer exculpar al ayuntamiento de Terrassa de su responsabilidad, que la tiene (su logo está bien presente en el cartel), creo que hay un problema social detrás. El ayuntamiento dispone de unos espacios que cede a entidades. Estas entidades rellenan la solicitud y, tras abonar la cantidad pertinente, los espacios son cedidos, teniendo que aparecer el logo. Aquí lo preocupante es que la maquinaria de cesión de locales no ha detectado que esta actividad es fraudulenta y perjudicial para la sociedad. Si alguien hubiése querido celebrar una paella popular para celebrar el 23F, ¿se hubiese cedido el local?

    En cualquier caso, el apoyo institucional está ahí y hay que denunciarlo, pero lamentablemente estas pseudoterapias están bastante aceptadas socialmente y seguiremos trabajando por destaparlas (http://www.golferichs.org/conferencies/ciencia-pseudocincia-i-societat/)

    Gracias por haceros eco de la noticia.

    1. Muy de acuerdo con Andrés: la «normalización» de algo que es arcaico y no sirve para nada es muy triste. y que encima cuente con el soporte de un Ayuntamiento que funciona con dinero público debería estar contemplado como «malversación» sin ambages de ninguna clase.

  2. Que entendemos con «Con el soporte de XYZ» Si el ayuntamiento solamente cede el espacio… No es que me guste pero no se le puede prohibir a esta gente que haga sus reuniones / ferias o lo que sea…

    1. No se les puede prohibir, pero tampoco es plan de ceder bienes públicos, pagados con dinero público. Si quieren hacer una feria privada para vender sus mandangas que lo hagan, nadie se lo puede impedir, lo que no se puede hacer es pedir un soporte público como si fuera obligación de la sociedad hacer eco de cualquier chorrada que se les ocurra.

    2. Por esa regla de 3, yo quiero que el ayuntamiento de Terrassa me ceda una habitacion con camilla cada vez que quiera tener un picadero.
      Y que me ceda un almacen para guardar mis trastos.
      Y que nos ceda a mi clan de asesinos un quirofano donde descuartizar gente…

  3. Hola:
    Parece que no hay ninguna duda en vuestras mentes.

    Es fácil comprobar que la RAE admite como acepción del vocablo ‘ciencia’ lo siguiente: Habilidad, maestría, conjunto de conocimientos en cualquier cosa. Y además pone como ejemplo de uso La ciencia del caco, del palaciego, del hombre vividor Sea lo que sea lo que hagan allí, no están utilizando fraudulentamente el vocablo.

    Aún así, si insistís en vuestra crítica, deberías extenderla al uso de ‘taller’ típico en teatro, danza, etc… Según su acepción primera, debería estar prohibido utitlizar esa palabra en ese contexto… pero estoy seguro que no sereis tan enérgicos en este caso.

    Saludos

    1. Antonio, no conozco artistas que pregonen como verdadero el panfleto antivacunas. no conozco una obra de ficcion que quiera compararse a una rama de la ciencia.

      Antonio, por favor, no hagas falacias de argumentacion.

  4. Pues si Antonio, tienes razón pero te estás agarrando a un clavo ardiendo y lo sabes. Y el motivo por el que no vamos (yo por lo menos) a ser tan beligerantes con los de los talleres es la misma razón por la que si veo un coche aparcado en un bordillo amarillo a las 4 de la mañana en un polígono industrial me importa bastante menos que si veo a un coche aparcado en zona de minusválidos en el centro de una ciudad a las 4 de la tarde siendo ambos exactamente igual de punibles con la ley en la mano.

    Pero vamos, si quieres seguimos con los juegos semánticos en lugar de discutir el problema.

    1. Hola:
      Comprendo que rechacéis mi comentario como si estuviera fuera de lugar pero no lo está. La función que cumple dicho comentario es aclarar el camino para descubrir el verdadero contenido de la carta que da pie a esta discusión.

      La persona que redacta esa carta no expresa con claridad su reivindicación. Si fuera el uso de la palabra ‘ciencia’, en justicia no debería haber reclamado nada. Lo que deduzco es que esa queja no se dirige hacia el uso de la palabra sino hacia la existencia de la feria en sí.

      ¿Por qué no pide eso y en su lugar reclama sólo que no se use la palabra ‘ciencia’?

      Saludos

      1. Pues si que esta fuera de lugar porque una cosa es lo que define la RAE y otra cosa es lo que se entiende de manera general en un uso normal, del mismo modo que si yo digo que alguien tiene un lenguaj chabacano, el 99% de la gente lo asociara con la acepcion de mal gusto y no con la acepcion del idioma hablado en Zamboanga, Basilan y Cavite.

        Ahora bien, si vamos a ser estrictos, seamoslo con todos y argumentemos el uso del termino ciencia slternstiva. Alternativa en contraposicion a que? Pues evidentemente en contraposicion a la mal llamada ciencia convencional. Si no es asi exijo que los orgsnizadores sean estrictos y utilicen un termino adecuado, como ciencia espiritual, o ciencia new age , ciencia de la pachamama o como quieran denominar a ese conjunto de habilidades y actividades.Pero dado que no es asi, lo mas probable es que estemos en lo correcto y efectivamente los organizadores esten utilizando el termino ciencis en favor de sus intereses lo cual convertiria la carta de protesta en totalmente adecuada y relevante.

        Un saludo

  5. Hola:

    Rectifico. Estoy de acuerdo en que los promotores de esa feria utilizan la palabra ‘ciencia’ con fines fraudulentos. Algo me impulsó a mostrarme quisquilloso. Me esforcé en criticar a los firmantes de la carta pero, subrayo esto, no fue mi intención defender esa feria ni nada contenido en ella. Que quede eso bien claro.

    Ahora estoy interesado en descubrir qué he visto en el trasfondo de esa carta para que la criticase con tan poca fortuna.

    Los promotores utilizan esa palabra porque saben el efecto que provoca. Por la misma razón, los firmantes de la carta denuncian esa publicidad engañosa. Y los que acuden allí son atraídos en parte porque poseen una conexión mental entre Ciencia y Verdad. Todos valoran la Ciencia positivamente, eso podíamos intuirlo.

    Es la palabra ‘alternativa’ la que me hace pensar. ¿Es alternativa porque está en oposición a una Ciencia Oficial? Creo que es esa la intención del que escribe ‘Ciencia Alternativa’. La pregunta de la que no tengo clara la respuesta es ¿por qué hay gente que a la vez que es atraída por la palabra Ciencia, desconfía de la Ciencia Oficial?

    Saludos

  6. Como tantas otras veces, lo que os pasa a los «científicos» en estos casos no es más que un ataque de cuernos. Actividades como la anterior tienen una asistencia de público más que importante y, de hecho, en muchos casos los convocantes acaban incluso sorprendidos por la respuesta obtenida. En cambio, cualquier evento convocado por entidades como Naukas sólo obtiene la respuesta de sus incondicionales y, al menos en la mayoría de los eventos a que suelo asistir como profesional, el parecido con un congreso de fans frikis de Star Wars es cada vez mayor. Puestos a mirar por encima del hombro a los demás, como vosotros, cada vez que mi empresa nos envía a mí y a mi compañero de departamento a congresos similares, nos divertimos apostando quién encontrará más asistentes con jerseis con los codos agujerados o con lamparones en los pantalones. ¿Qué confundo la velocidad con el tocino? Es bastante cierto, como tambén es evidente que además de la crítica contra el fondo de la cuestión, os revienta que nadie os haga caso. Que aburráis hasta a las ovejas, sintiéndolo mucho, es cosa que sólo es culpa vuestra. Como también lo es que los intentos divulgativos como esta web se acaben convertiendo en un foro cuyo único objeto parece ser mirar por encima del hombro a los demás. Entiendo que a algunos os moleste que se dediquen espacios y recursos públicos a actividades como esta, pero parece que sois incapaces de entender que a otros les pueda molestar que se dediquen los mismos recursos al estudio de los topos o de las enanas blancas, apasionantes temas ambos y, sobre todo, de una utilidad pública acuciante.

    1. Un comentario interesante, Talamanca, aunque el hecho de que venga desde una IP municipal desluce un poco la historieta de la empresa y las apuestas sobre los lamparones. De todos modos en una cosa sí tienes razón: hay gente, mucha gente, que prefiere los cuentos de hadas y los timos pseudocientíficos a la investigación científica. Lo que no me parece bien es que a partir de ahí te quejes de sentirte como si te estuviesen mirando por encima del hombro: teniendo en cuenta esa actitud que muestras con tu última frase, quizá la mejor manera de evitarlo sería que tú procurases no ponerte tan abajo…

  7. Es la palabra ‘alternativa’ la que me hace pensar. ¿Es alternativa porque está en oposición a una Ciencia Oficial? Creo que es esa la intención del que escribe ‘Ciencia Alternativa’. La pregunta de la que no tengo clara la respuesta es ¿por qué hay gente que a la vez que es atraída por la palabra Ciencia, desconfía de la Ciencia Oficial?

    Es «alternativa» porque hay cretinos que ven ciencia «oficial» en donde solamente hay ciencia «sin adjetivos». Desconfían de esta última porque o no conocen de lo que hablan o no les importa conocer porque hay que sentirse «alternativos», o el negocio que se han montado tienen que defenderlo con uñas afiladas y mente romba.

    Es bastante cierto, como tambén es evidente que además de la crítica contra el fondo de la cuestión, os revienta que nadie os haga caso.

    Y si es cierto que este comentario viene desde un equipo conectado al Municipio, puede verse que para las autoridades que encumbran charlatanes lo único que vale es quien paga más, … el dinero como único y autentificador de lo que es correcto y sensato.

    Me encanta esto, demuestra una honestidad poco frecuente. Hubo un tiempo en que la buerguesía y sus vasallos políticos estaban preocupados porque la moral, la ética, la ciencia y la ilustración fueran entendidas por todos los que estaban sometidos a us dictadura. Ahora que la irracionalidad económica neoliberal acompañada de su puppy el posmodernismo filosófico manda tirar la racionalidad por la borda, al menos en los niveles de las clases medias sometidas y las pauperizadas proletarias, se defiende lo que todavía hace una generación era escarnecido. ¡Bravo por ese funcionario de pacotilla que garantiza el negocio de los jefes y el de los esotéricos! 😛

  8. Hola:
    El comentario de Talamanca y las respuestas de Fernando y Dario me han permitido intuir la naturaleza de mi incomodidad con respecto a la carta que da origen a todo esto.

    Supongamos la siguiente conversación:
    A – He acudido a un homeópata por lo del reuma y me ha recetado estas pastillas.
    B – Te ha tomado el pelo porque lo de la homeopatía es una patraña sin fundamento. Te han engañado como a un tonto.

    Como resultado de esto, el sujeto A puede situarse a sí mismo en dos contextos:
    Contexto 1: Ve la luz y se da cuenta de que, efectivamente, la homeopatía es un camelo y él es un tonto de remate que ha sido engañado.
    Contexto 2: La homeopatía es cierta aunque la Ciencia no sabe aún por qué y, por lo tanto, ni él es tonto ni le han tomado el pelo.

    Mi propia experiencia me indica que, en general, la mayoría de nosotros optamos por un contexto ‘amable’ con nuestra persona. Es decir, creo que el sujeto A optará por el segundo contexto.

    Para todos aquellos que opinen lo mismo que yo, sirve lo siguiente: El efecto que se provoca en las personas ignorantes de un tema científico cuando se les advierte lo equivocadas que están es de rechazo. Y más aún cuanto más agría y contundente es esa afirmación.

    ¿Qué se deduce de esto? Si suponemos que el sujeto B de nuestro ejemplo opina lo mismo que yo entonces podemos decir que aunque en apariencia quiere advertir al sujeto A de un mal con el fin de evitarlo, en realidad quiere provocar que siga siendo un tonto engañado. Recordemos que B sabe perfectamente el efecto que produce su afirmación y el tono en que la hace.

    En conclusión, tengo motivos para pensar que los firmantes de esa carta son movidos por el impulso de magnificar la superioridad que sienten con respecto a los demás. Su crítica al evento que quiere ‘apropiarse’ de la palabra ‘Ciencia’ sólo provoca que acuda más gente a él. Cuantos más tontos haya, más listos somos.

    Puede que sea esa discrepancia entre lo que se dice y lo que se quiere conseguir lo que me molesta. Todo esto es sólo una hipótesis.

    Saludos

    1. La verdad, Antonio, no creo que tu argumentación sea demasiado aplicable a la carta; en ella los firmantes se limitan a protestar porque un evento de ese tipo utilice el prestigio social de la ciencia como gancho comercial para actividades que no tienen nada de científico, y creo que además lo hace desde un punto de vista bastante respetuoso. No consigo ver esa especie de sentimiento de superioridad, del mismo modo que no la vería si, no sé, dijesen que la guía telefónica no es literatura, o que el ruido de la caída de una sartén en la cocina no es música. Y aunque es cierto que algunos (no todos) de los firmantes son científicos, lo que dicen podría ser suscrito por cualquiera.

      Por otro lado, el debate sobre las formas es bastante antiguo y no tiene una solución fácil. Lo que dices es bastante razonable, por supuesto, pero también puedes plantearte la cuestión de otra manera. Antes de llegar a ir al homeópata, la persona en cuestión puede encontrarse en cualquiera de estos tres casos:

      A) Cree en la homeopatía.
      B) No cree en la homeopatía.
      C) No sabe muy bien lo que es, pero ha oído hablar de ella.

      Por supuesto, la persona B) se va a reír mucho cuando lea alguna crítica mordaz contra la homeopatía, y, también por supuesto, la persona A) se va a indignar con ella y no le va a hacer caso. Pero es que A) probablemente tampoco haga caso a ninguna crítica, por suavísima y razonadísima que esté; citándote a ti mismo: «El efecto que se provoca en las personas ignorantes de un tema científico cuando se les advierte lo equivocadas que están es de rechazo».

      Así pues, la única persona a la que podrían hacer algún efecto esas críticas es la C). Y ahora, seriamente, vamos a planteárnoslo: ¿qué le resultará más ilustrativo, un artículo explicando lo de la constante de Avogadro, o ver a un señor tomándose una sobredosis de un supuesto sedante homeopático y quedándose tan fresco? ¿Un análisis de las creencias que llevaron a Hahnemann a formular sus tesis, o unos ejemplos de las similitudes absurdas en las que se basan muchos productos homeopáticos? ¿Una disertación sobre la «ciencia romántica» o la historia del inexistente oscilococo?

      ¿Diez mil silogismos o una carcajada?

      Como te digo, el debate no tiene una solución fácil (y por eso ni es nuevo ni está zanjado), pero eso vale para ambas posturas: tampoco está claro que los intentos de convicción amables, pormenorizadamente argumentados sirvan de mucho, y en algunos casos (sí, Talamanca, me refiero a ti) lo mismo solo sirven para que el interlocutor se aburra y se dedique a medir a ojo el desgaste de las coderas de la americana.

      1. Yo lo tengo claro, el problema no está en la argumentación ni en el estilo ni en el tono del discurso antihomeopatía, está en el nivel intelectual de la persona prohomeopatía. Y esto no lo digo por tener el defecto de creerme superior, sino porque, objetivamente, la postura antihomeopatía ES superior a la prohomeopatía. Millones de pruebas respaldan a la primera, mientras que ninguna a la segunda.

        ¿Si Fernando Frías ofreciera una partida de ajedrez a Kasparov y ésta la rechazara diciendo que le ganaría fácilmente y no le supone un reto, tildaríais a Kasparov de engreído por creerse superior? Pues esto es lo mismo.

          1. Hola:
            Sólo señalar que el ‘Antonio’ al que respondo ahora no es el ‘Antonio’ de la entrada del 7 de abril. Para evitar confusiones.
            Saludos

  9. En primer lugar, Fernando Frías (además de Darío), para tener formación jurídica y, se supone (ya que desconozco tus funciones concretas) que al menos se intenta que esta web sea respetuosa con la legislación vigente, ir anunciando el origen de las IP de las intervenciones es, además de poco elegante y de sonar a pataleta, poco conforme con la legislación sobre protección de datos, o al menos con su espíritu. Aunque supongo que, dada vuestra opinión sobre los «espíritus», la cuestión te resbalará.
    Puestos a seguir vulnerando las normas éticas que deberían guiar la actuación del responsable de una web, vuelve a mirar el origen de la IP y, si así lo decides, comprueba que nada tiene que ver con aquel Ayuntamiento ni con aquella ciudad. De hecho, con nada relacionado con el mundo municipal ni con «el esoterismo», y muchísimo menos con aquella actividad con la que no tengo nada que ver, y ni asistí y ni me interesaba la más mínimo. Confundir el proveedor de un servicio con las empresas y organismos que lo utilizan es, además de poco ético, de una temeridad flagrante. Pero eso lo decides tú; yo no te autorizo a mirar ni a publicar nada y, de hecho, no tengo autoridad para ello. Y, como se suele decir, «hago reserva de acciones». Pero, puestos a dar lecciones a «un funcionario de pacotilla», al menos sé leal. Como de costumbre, y dando toda la razón a Antonio, regulad la mirilla.
    Desde luego que el tono de mi intervención puede dar lugar a equívocos sobre cuál era mi intención. Mea culpa, cierto es. Así que, de nuevo, mis aplausos para Antonio: a pesar de vuestros muchos esfuerzos divulgativos, normalmente os sale el tiro por la culata y la reacción de las personas a las que pretendéis «despertar» suele ser la contraria a la que pretendéis. De vosotros depende, a mí plim. Otro seguidor que pierde el interés, nada más.

    En último lugar, insisto en lo de las formas y en que os repatea aquel asunto. Dejemos los lamparones y los codos agujereados (y las gafas con cristales que no han visto una limpieza en dos semanas, o las americanas dos tallas más pequeñas, atributos estéticos todos ellos propios de gran parte de los asistentes a tales eventos). Me ha encantado eso de la «burguesía y sus vasallos políticos», Darío. De hecho, con eso sí me has «despertado»: acabo de comprar (de segunda mano, of course) «Das Kapital» y una caja de botellas de Mirinda vacías para hacer molotovs. Quedamos a las 12 en la barricada más próxima.
    Y cuando encuentre una respuesta inteligente a «mi última frase, que me ha hecho caer tan bajo», puede que yo, hasta ahora humilde seguidor, recupere el interés por esta web y por algunos de sus administradores con una (desconocida) escasa cintura mediática: ¿impresentable dedicar recursos públicos a una convención de homeópatas? . Discutible, cierto es. Como para muchas personas de formación puede serlo dedicarlos a convenciones sobre la reproducción de los topos o sobre las particularidades del título y el modo en los edictos del pretor republicano.
    Insisto, muchas veces lo que tenéis es un simple ataque de cuernos. Y eso que, siendo maniqueístas ypuestos a elegir (aunque supongo que, dados los problemas de cintura, en esto no debe haber opción), un servidor está de vuestra parte.

    1. Hombre, Talamanca, no hace falta ni mucha ni poca formación juridica para darse cuenta de que mencionar que una IP corresponde a un municipio, sin indicar siquiera a cuál o de qué área geográfica procede, no supone divulgar ningún dato, ni en la letra de la ley ni en su espíritu. Otra cosa sería divulgar esa IP (y aquí sí que podríamos lanzarnos a una interesante argumentación jurídica), pero esa simple mención resulta tan inútil para determinar tu identidad como el pseudónimo que usas o las direcciones de email ficticias que has puesto en el formulario de comentarios, y por tanto queda por completo fuera de la esfera de la protección de datos de carácter personal.

      Sobre los lamparones y codos agujereados, la verdad es que es un planteamiento tan cuestionable como esas lecciones éticas que lanzas desde el anonimato. Ciertamente Einstein no solía llevar calcetines, pero eso no es exclusivo del campo de la ciencia; si no recuerdo mal Antonio Machado iba bastante mal vestido (o eso opinaba Alberti), Quevedo era el primero en burlarse de sus propios atuendo y aspecto, la camiseta de rayas de Picasso ha pasado a la historia de la infamia estilística… y sin embargo no creo que nadie (salvo quizá tú, por lo que comentas) cuestione por ello la calidad de Picasso como pintor, los logros literarios de Quevedo o Machado, o los descubrimientos científicos de Einstein. El uso de semejante argumentación, la verdad, me parece bastante más lamentable que esas gafas con cristales sucios que tanto te impresionaron.

      Como también parece que te impresione la popularidad, cuando comparas la asistencia a eventos pseudocientíficos como el que se menciona en la carta con la que acude a eventos de divulgación científica. Hombre, te podría contestar que eso es algo perfectamente comprensible: la ciencia busca las respuestas correctas aunque no sean comercialmente atractivas, mientras que estas ferias de venta de toda clase de timos esotéricos pretenden todo lo contrario: ofrecer respuestas que se vendan mucho, aunque no sean correctas. Pero es que tampoco sé muy bien a dónde pretendes ir a parar con ello: también es cierto que un Real Madrid-Barça atrae más audiencia que un concierto de obras de Tomás Luis de Victoria, un libro firmado (lo de escrito es otra cuestión) por algún colaborador de «Sálvame» se vende más que cualquier edición de El Quijote, y seguro que en una competición de popularidad Michelle Jenner le ganaría por goleada a Edward. Y, aun así, no creo que la importancia del trabajo de Michelle Jenner (con todos mis respetos) sea comparable a lo que logró Edward Jenner, que le otorgues más calidad literaria al cotilla de «Sálvame» que a Cervantes, o que el partido de fútbol te resulte una experiencia intelectualmente más elevada que la del concierto de Victoria.

      Aunque, bueno, en este último caso nos toparíamos con ese otro criterio que parece llamarte tanto la atención: la utilidad. Ya veo que a ti no te parece importante ninguna investigación que no tenga una aplicación práctica directa y fácilmente perceptible (y mucho menos si tiene que ver con los pobres topos), pero si a eso vamos «Las Meninas» no sirven para nada salvo que tengas que tapar una mancha de humedad en la pared (y si la pared es muy grande), y aparte de calzar una mesa coja ya me dirás tú para qué sirve cualquier novela, o qué utilidad práctica le podemos sacar a esas fachadas góticas de las catedrales, tan difíciles y caras de mantener. Pero resulta que el conocimiento, como la calidad literaria o artística, son útiles de por sí, sin necesidad de aplicaciones prácticas; para inutilidades palmarias dejemos cosas como eso de ir a eventos científicos solo para ver cómo de mal vestidos acuden los asistentes 😉

  10. Los charlatanes, da igual que sean homeópatas, astrológos, antivacunas o chamanes se aprovechan de la ignorancia, la desesperación o la ingenuidad de las personas.

    Y pensar que existen idiotas que se dedican a despotricar contra la ciencia detrás de un teclado, y no dudan en atenderse ante la malvada ciencia «atea» u «oficial». Triste que los chifladitos lleguen a poner etiquetas, ya sean «buenas» como milenario, ancestral, cuántico o sin químicos o «malas» como antisistema, persecución y nombren repetidamente a Galileo o a los Nazis.

  11. Fernando, los que defienden terapias alternativas no creo amen a la ciencia bajo ningún punto de vista. Para mí son personas que han tenido una pobre formación en ciencia o que, si la han tenido, han fracasado, por no entenderla. Los médicos que caen en este tipo de terapias, en general, les ha ido mal empleando la medicina convencional.
    Hace poco inicié un blog sobre salud y ciencia. Se los dejo por si a alguien le interesa.
    eduardosetti@sbcglobal.net

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