La semana de la homeopatía (III): tiempo al tiempo

Por Fernando Frías, el 11 abril, 2016. Categoría(s): Colegio Oficial de Farmacéuticos de Jaén • Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos • homeopatía • Humor • remedios ridículos ✎ 9

Hace un mes, Ángela Bernardo contaba en Hipertextual que, frente al rechazo cada vez más generalizado de las Universidades y la profesión médica, la homeopatía sigue encontrando un cómodo refugio en los Colegios de Farmacéuticos. De hecho, en el mismo artículo se citaba al presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos diciendo perlas como que no comparte la postura de la Organización Médica Colegial respecto a esta práctica y que «la venta [de homeopatía] ha subido de manera exponencial«. Que es, probablemente, de lo que se trata.

Sea como sea, esta semana hemos sabido que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Jaén ha programado un seminario dedicado a El medicamento homeopático. Aplicación práctica en patología primaveral. Y su venta, claro: tanto la presentación de la jornada como su programa incluye referencias al proceso de ventas.

Colegio Oficial de Farmaceuticos de Jaen

A primera vista, aparte del inesperado (y cabe suponer que involuntario) énfasis en la vertiente mercantil de la homeopatía, las jornada no parece especialmente novedosa. Salvo que nos fijemos en un pequeño aspecto del currículo del ponente:

Colegio Oficial de Farmaceuticos de Jaen 2

Efectivamente, el ponente ostenta un título de Especialista Universitario en Homeopatía por la Universidad de Murcia. Título que, efectivamente, existía, pero que terminó por desaparecer ante el firme rechazo de la comunidad educativa y científica de la Región, que también logró frustrar la venta de una cátedra a un laboratorio homeopático (lo cual me lleva a hacer un pequeño inciso: dentro de unos días empezaré a editar entradas y dejar bien claro qué cursos o iniciativas pseudocientíficas han sido canceladas).

En cualquier caso, la exhibición de la especialidad repudiada nos lleva a una interesante reflexión: ¿qué pasa con esos títulos que en su día fueron expidiendo las Universidades que hoy rechazan, a veces en términos muy enérgicos, aquellos cursos?

Legalmente hay poco que decir al respecto: los cursos se impartieron, los alumnos los superaron y su diploma sigue estando ahí. Pero éticamente la cosa no parece tan clara, ¿verdad?

Sea como sea, hay que tener en cuenta que en estos casos hay un remedio infalible. Al fin y al cabo, ¿quién se acuerda a estas alturas de que la especialidad en homeopatía por la Universidad del País Vasco de la que presume la presidenta de los veterinarios homeópatas fue eliminada hace más de una década por su carácter anticientífico? ¿Quién se ha parado a mirar si el título que muestra tal o cual homeópata ha ido a parar al cubo de la basura del que nunca debió salir? ¿Quién se acordará dentro de unos años, cuando este ponente siga dando charlas, de que la Universidad de Murcia ya no quiere tener nada que ver con esas cosas?

Y es que el tiempo, en efecto, todo lo cura. Así que no es nada extraño que hasta se haya convertido en un remedio homeopático.

Sí: el tiempo. O tempus, si ustedes lo prefieren así.

homeopathy Wichmann provings

homeopathy Wichmann provings info   Tempus

Si el remedio de ayer era misterioso, este lo es aún más. Y no me refiero solo a que haya desaparecido del antes completísimo catálogo de Helios Homeopathy (que también), aunque al menos lo podemos encontrar en la estupefaciente oferta de remedios de Freeman’s:

Freeman s Homeopathic Tempus

A lo que me refiero es, sobre todo, a que no se me ocurre de qué manera habrán logrado los homeópatas «impregnar» su lactosa con el tiempo. La metodología homeopática ha desarrollado procedimientos la mar de imaginativos, desde exponer la lactosa «virgen» a la luz (como en el caso, por ejemplo, de Venus Stella Errans o el planeta Venus, como decimos los mortales menos fantasiosos) como… bueno, mejor lean ustedes cómo se gestó el remedio Uranium 200X, porque a mí me da la risa. Pero lo de atrapar de algún modo el tiempo y meter su «espíritu curativo» (según la expresión del mismísimo Hahnemann) en la lactosa sencillamente se me escapa.

Y seguramente podría averiguarlo. Al fin y al cabo Amazon nos ofrece un interesantísimo libro en el que se nos habla de las «pruebas patogenéticas» de remedios como el teléfono móvil, un imán, cenizas volcánicas, un meteorito y, por supuesto, el tiempo.

provings volume 1

Pero, caramba, son 28 euros nada homeopáticos, y la verdad es que preferiría gastármelos en otra cosa.

A no ser, claro, que algún Colegio de Farmacéuticos quiera subvencionármelo, ya que tan generosos están con estas cosas…



9 Comentarios

  1. Me parece dudoso que la crítica razonada vaya a ser lo que saque de su error a los ya creyentes en la homeopatía o que disuada a los adictos potenciales de tragarse lo que anhelan creer. Puede que, en algún caso excepcional, el despistado que se agarra a un clavo ardiendo en un momento de ofuscación mental recapacite y se sacuda la tontería con un sano “en qué estaría yo pensando”. Pero los creyentes de verdad no necesitan razones sino emociones y las críticas sólo les sirven para reafirmarse en su creencia, por vía de la interpretación conspiranoica. Por eso siempre seguirá siendo un gran negocio vender amuletos, parcelas en el paraíso terrenal y en el ultraterreno, crecepelos y, por qué no, píldoras de “tempus”. Si no fuese porque tiene la desfachatez de pretender ser veraz, la homeopatía podría ser una sugerente arte poética. En cualquier caso, reconforta saber que hay quienes se procupan de luchar para que las tinieblas al menos no invadan el ámbito académico y el jurídico. Y que lo hagan tan bien. Gracias.

    1. Hace tiempo que llegué a esa misma conclusión en cuanto a los creyentes, al menos los más acérrimos. Respecto a los potenciales no pierdo la esperanza, y creo que la reducción al absurdo (en especial cuando no hay que reducir nada, sino mostrarlo tal cual es) puede ser una herramienta interesante. En todo caso muchas gracias por el comentario.

      1. Que los empresarios famarmaceuticos se agarren a cualquier producto para sacar un beneficio es algo que no nos deberia sorprender.
        De ahi el gancho publicitario «de venta en farmacias».
        Ahora con la moda de la homopatatia pues es otro negocio, pero ¿cuantos años llevan con la herbologia, la cosmetica, los magistrales — algunso autenticos —?

        ¡El ervalife! ¿Como acabo eso? Creo recordar que como un timo piramidal, ¿no? Pues tambien lo vendian en farmacias a veces.

        Ahora bien, no consigo enteder que lleva a alguien con una larga carrera a cuestas a vender sacarina expuesta a la luz de venus — ¿Y como lo hacen, con un telecopio? — y negarse a vender la poscoital o simplemente condones.

        Por lo demas, creo que el unico producto autentico de esta gente es el tiempo, yo llevo muchos años usando una aplicacion de ordenador llamada TimeConverter© y otra que es TimeDoubler© que sirven para doblar o dilatar el tiempo de trabajo cuando vas muy pillado… Aunque… Ahora que lo pienso…

        ¡Oye que nunca me han servido de nada! La noches en vela me las he pasado igüal.

        A ver si llevo cuarenta años pagando la licencia para nada…

        ¡Cagontoloverdeconpatas, oye!

      2. Estando 100% de acuerdo con esta entrada, esta escéptica se permite hacer una autocrítica que me parece es extensible a toda la gente de bien que intenta sacar de su error a los creyentes homeopáticos.

        Normalmente no solemos caer en la cuenta que intentamos contraponer evidencias frente a creencias. De esta forma nunca llegaremos a nada (o casi).

        Me he dado cuenta de que al contraponer evidencias a sus creencias, muchos creyentes homeopáticos lo encajan como un ataque personal. Por así decirlo, la creencia en la homeopatía es un algo que forma parte (muy pequeña, espero) de lo que los define como personas.

        No sé, tal vez deberíamos probar a combinar las evidencias con técnicas de «desprogramación» empleadas con víctimas de sectas y similares…

        Salu2.

        1. En principio estoy de acuerdo contigo, Marian, pero el problema es que ese tipo de técnicas de desprogramación funcionan mediante un contacto personal y prolongado en el tiempo, y eso es algo imposible de hacer desde un blog o un medio de comunicación. Por eso insisto en que el objetivo de la divulgación científica y/o la crítica a las pseudociencias no deben ser los creyentes ya convencidos, sino esa mayoría de personas que no tienen muy claro de qué va la cosa.

          1. De acuerdo con el señor Frias.

            Item mas, con ser cierto que tal vez la desprogramacion surtiera efecto, nos encontramos con una desproporcion enorme entre «afectados» y personal de desprogramacion — cualificado —.
            Es lo que pasa con los supuestos centros de salud metal en los ambulatorios. No hay que ser un doctor en siquiatria para darse cuenta que a la mayoria de la gente con «problemas» les sirve de muy poco que les dediquen veinte minutos una vez al mes.

            Solamente trazar un perfil de personalidad adecuado para comenzar a deducir como se puede «ayudar» al paciente — y aqui el sentido de la palabra es paciencia — puede llevar años con esa pauta.

            Si aparte de drogodependencia y alcoholismos, problemas de pareja y alguna cosa mas, a los equipos de estos centros se les pone a deprogramar victimas de estas intoxicaciones, pues apaga y vamonos.

            Una de la pautas mas importantes en sicologia es que solamente se pueden mostrar las puertas, el paciente es quien debe abrirlas y salir por ellas.

            Y además, hay que actuar sobre las causas, no sobre el efecto. Es muy dificil abandonar una dependecia, por ejemplo, si no se saca del ambiente pernicioso al paciente. La recaida es casi inevitable por mucho apoyo que se le quiera dar.
            Antes de desintoxicar y desprogramar habria que eliminar todos los factores exogenos que llevan a las personas a esos comportamientos. Y eso no es nada sencillo, ¿no es cierto?

            Por eso el señor Frias tiene razon.
            Es inviable desprogramar.
            Casi lo es concienciar.
            La desigualdad de medios es enorme.

  2. Bueno, ayer mismo vi nuevamente un anuncio de los «protectores de pantalla LCD» que te protegen de las horribles mutaciones que harán que te quedes ciego y te salga un cáncer cerebral por mirar una pantalla.

    Es un negocio estupendo. Costes mínimos, altos beneficios. Solo se necesita convencer a la gente. La homeopatía es simplemente un timo industrializado, la versión moderna del sacamuelas de pueblo que te vendía el jarabe de la felicidad.

  3. No es nada nuevo que lo que da margen de beneficios en una farmacia es la parafarmacia. Yo hace tiempo que perdí la fe en los colegios, mi profesión directamente se la cargó gente que tomó malas decisiones por puro egoísmo hace 20 años. Hay muchos intereses detrás, y la homeopatía es muy golosa (no sólo por el azúcar).

  4. Supongo que habrán metido bajo el agua en la primera dilución un reloj, lo cual no solo es algo totalmente absurdo sino que responde al recurso literario de la metonimia. Esto nos hace sospechar aún más que la homeopatía explica su funcionamiento mediante poesía y bellas palabras…

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