Hace unos meses ya tuvimos ocasión de hablar (aquí y aquí) sobre la curiosa fijación de la Universidad de Córdoba por la llamada «Sábana Santa de Turín», un lienzo medieval que evidentemente sigue excitando la imaginación y la fe de muchos creyentes.

Lo malo es que, por definición, una Universidad no debería ser creyente, sino atenerse a los hechos. Y, por tanto, en un servicio universitario de publicaciones sobran cosas como esta:

La «Sábana Santa» puede ser un objeto de estudio muy interesante: nos muestra aspectos muy significativos de la religiosidad medieval (y a los residuos de la misma que aún existen en diversos sectores de nuestra sociedad), la historia y evolución del arte sacro de aquella época y, por supuesto, el modo en que las creencias religiosas adoptan un disfraz científico en nuestros días. Lo que no parece de recibo es que una Universidad pública de un Estado aconfesional como el nuestro emplee sus recursos para intentar hacer creer en la autenticidad de una falsa reliquia. Si en la Universidad de Córdoba quieren hablar del lienzo turinés que se traigan, por ejemplo, a Luigi Galarschelli para que explique cómo fue elaborada. Y que se dejen de propaganda religiosa.