La Universidad de Santiago y las terapias chinas

Por Fernando Frías, el 9 diciembre, 2011. Categoría(s): acupuntura • medicina tradicional china • moxibustión • Universidad de Santiago de Compostela ✎ 3

De entre los muchos logros que China ha dado al mundo, su medicina tradicional no es precisamente el más elogiable. Hasta la introducción de la moderna medicina occidental en aquel país, básicamente servía para que los pobres chinos murieran jóvenes. Y hoy en día, cuando los logros de la medicina científica han superado aquel panorama, sirve para cargarse a numerosas especies animales, hasta el punto de llevarlas al exterminio.

Pero bueno, está de moda, y como aquí gozamos de unos servicios sanitarios capaces de hacernos sobrevivir incluso a las barbaridades de esas terapias tradicionales tan molonas y lo de los rinocerontes nos pilla muy lejos, varias Universidades se permiten pasar olímpicamente de la ciencia para incluirlas en su oferta educativa.

Y ahí, en vanguardia del retroceso hacia los tratamientos médicos premedievales, tenemos a la Universidad de Santiago de Compostela, que ofrece no ya uno, sino cuatro hermosos cursos, cuatro, con los que podemos formarnos en acupuntura y moxibustión, acupuntura para el tratamiento del dolor, teoría básica de la medicina tradicional china y, por si aún tenemos hambre de conocimiento (es un decir), dietética de la medicina china.

Como ven, un panorama de lo más completo en el que solo se echa de menos una cosa: algo de ciencia de la de verdad. Claro que entonces la Universidad de Santiago se quedaría sin sus cursos y sin el dinerillo que recaude por impartirlos. Pero a cambio saldrían ganando la propia Universidad, sus alumnos y, sobre todo, los enfermos que el día de mañana se tengan que poner en sus manos. Merecería la pena, ¿verdad?



3 Comentarios

    1. Una universidad debe dar opciones, por supuesto, pero siempre que se trate de conocimientos con base científica. Ofrecer este tipo de prácticas es como si en Geografía se ofreciera el estudio de la Tierra plana con la excusa de «dar opciones».

Deja un comentario