Desde luego, nadie puede negar que los tiempos han cambiado. Y mucho. Hace ocho años, cuando empecé este blog (aún no en Naukas), el problema era elegir qué curso o qué acto pseudocientífico denunciar, porque había para dar y tomar. Hoy la situación es casi la opuesta: las pocas universidades que siguen ofreciendo contenidos pseudocientíficos lo hacen enfrentándose a las críticas de científicos y divulgadores, medios de comunicación y de sus propias comunidades docente y estudiantil, y la sensación más generalizada es que esos pocos cursos tienen los días contados. Ojalá.
Pero las cosas no solo han mejorado en el ámbito universitario: las pseudoterapias, en general, han ido perdido imagen, prestigio y terreno. Por ejemplo, en pocos años hemos pasado de encontrar curanderos impartiendo charlas en las universidades a verlos con un pie en los juzgados (y una mano en el bolsillo de sus acólitos, rebuscando para pagar las multas que por primera vez, y ya era hora, les van imponiendo). Y aunque sigue habiendo empresas y hasta algún Ayuntamiento irresponsable dispuesto a cederles locales, cada vez son menos y cada vez lo hacen de forma más encubierta.
Y si esto ha ido ocurriendo en los últimos ocho años, en los meses más recientes el cambio ha sido aún más radical: por primera vez tenemos un Ministerio de Sanidad que no se asoma a esta lista por episodios bochornosos (como este, este, este…), sino todo lo contrario, hasta el punto de que recientemente presentó, junto al Ministerio de Ciencia, un Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias (pdf), que comentaremos dentro de pocos días y que (ya les adelanto) no es ni mucho menos la única buena noticia que nos van a dar Pedro Duque y María Luisa Carcedo, quien está demostrando ser una más que digna sucesora de Carmen Montón.
Por supuesto, todo esto no ha salido de la nada: es el fruto del esfuerzo de asociaciones, de plataformas de divulgación científica como Naukas, y sobre todo de muchas personas que se dejan su conocimiento y su tiempo libre en contribuir a estos logros. Y a veces algo más: en estos momentos hay unas cuantas querellas y demandas en los juzgados formuladas por curanderos y chamanes que ven que, ahora sí, la sociedad y las autoridades son receptivas a estas críticas, y que por tanto sus negocios están en peligro.
Todo esto ha supuesto que este blog haya perdido un poco su rumbo. Por un lado no tiene sentido dedicarse preferentemente a la crítica de unas actividades que, afortunadamente, son cada vez más residuales. Y, por otro, tampoco parecía conveniente continuar hablando de lo que podían hacer los Ministerios de Ciencia y Sanidad respecto a las pseudociencias, dado que yo mismo acabé aportando mi granito de arena en el proceso.
Así que aprovecharemos el cambio de imagen de Naukas para darle también un nuevo enfoque al blog. Seguiremos denunciando prácticas pseudocientíficas universitarias (hay pocas, pero algunas muy significativas), hablando de la lucha contra las pseudociencias y contando la crónica de estos nuevos tiempos, por supuesto. Pero también incluiremos reseñas de libros (que ya debo unas cuantas), historias que tendrán mucho o poco que ver con lo «pseudo» y, en fin, lo que se me ocurra. La lista será un blog más personal, aunque espero que no por eso más aburrido.
Son nuevos tiempos.
Entonces ¿van a incluir finalmente la homeopatía y la acupuntura? Porque el otro día leí esto y me desilusioné un montón: https://www.20minutos.es/noticia/3495498/0/carcedo-evita-incluir-homeopatia-acupuntura-pseudoterapias/?utm_source=facebook.com&utm_medium=socialshare&utm_campaign=desktop&fbclid=IwAR1FceviQoVsGNFDtwPEsiCA9Mm-hxcY3UKKHq43GQK-HWO0vEscW2JM5Ic
Yo también me pregunté eso mismo, pero se debe más a una mala interpretación que a otra cosa. Tal y como se ha dicho muchas veces, el plan prevé elaborar un informe de evaluación de las pseudoterapias, que estará a cargo de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Cuando se preguntó a la ministra si considera que la homeopatía o la acupuntura son pseudoterapias, ella lógicamente dijo que habría que esperar a los resultados de ese informe, pero no porque piense que haya dudas sobre esas prácticas, sino porque lo lógico es esperar a los resultados de ese informe de evaluación. Como solo se le preguntó por esas dos prácticas concretas, los titulares pueden dar a entender que la postura del ministerio se ha ablandado o que la ministra Carcedo es menos crítica con las pseudoterapias que su antecesora Carmen Montón, pero no es así: habría contestado lo mismo si le hubiesen preguntado por el reiki, la bioneuroemoción o cualquier otra práctica.