El Colegio de Médicos de Zaragoza y la homeopatía

Por Fernando Frías, el 19 septiembre, 2011. Categoría(s): Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza • homeopatía ✎ 4

Si pasean ustedes por Zaragoza quizá se encuentren con la estatua de un señor más bien cabezón, calvo y a quien muchos le encuentran un cierto parecido físico a Gollum. No es Octavio Augusto (aquel César Augusto que dio su nombre romano a la ciudad), ni el moro Muza que la conquistó en la Edad Media. No es el padre o un tío carnal de Agustina de Aragón, ni se trata de ningún otro de los héroes de los Sitios. De hecho, no hay constancia de que pusiera jamás el pie en Zaragoza. Y, sin embargo, su influencia ha ido extendiéndose cada vez más desde que la estatua fue instalada, diluyendo la tradicional sensatez de muchos zaragozanos hasta valores homeopáticos.

Por supuesto, el señor de la estatua es Samuel Hahnemann, el médico alemán que, tras desechar teorías anteriores sobre la enfermedad y su tratamiento (como la que atribuía el origen de todas las enfermedades al exceso de consumo de café), un buen día tuvo la ocurrencia de inventar la homeopatía. Invento que, aunque en otras partes del mundo se encuentre en franco retroceso (y hasta poniendo en apuros económicos a alguna que otra multinacional del negocio), en Zaragoza se extiende como una mancha de… bueno, de agua.

Mancha que ha alcanzado, cómo no, al Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, que siguiendo con su propia tradición de promoción de la homeopatía, ha presentado hace poco su Programa de Formación Médica (pdf).

Guía que en su página 67 ofrece nada menos que un curso sobre «Uso terapéutico de la homeopatía durante el embarazo, parto, postparto, recién nacido y lactante»:

Curso en el cual, como pueden ver, se enseñará a los asistentes a tratar a los recién nacidos con agua y azúcar. Bueno, y quizá también con colorines, si tenemos en cuenta que el curso incluye la visita a un fabricante que ofrece, entre otras cosas, gemas en dilución homeopática para tratamientos de gemoterapia.

Así que ya, ven, Hahnemann sigue extendiendo su sombra por Zaragoza. No es raro que la estatua, como podemos ver en la foto (que por cierto proviene de aquí) tenga esa sonrisita de cachondeo…



4 Comentarios

  1. Veo que el temario incluye “Evidencias científicas” . Será interesante saber cuales aportan. Por otro lado el tema “ Diferencias entre medicina homeopática y medicina convencional” no será muy extenso: basta con decir que una de las dos funciona.

  2. Bien, pero no caigáis en ese estilo de comentario, porque entonces os metéis en el rollito de "los otros", y perdéis la fuerza que pueda tener vuestra verdad. Es decir, visto desde afuera, vuestro estilo radical es similar al de "los otros", y tan cegatón como el de ellos.En definitiva, es lo de siempre, hay que medir las palabras, salirse del nerviosismo, para acabar ocupándose en el sentido común, el cual es ayudarse unos a otros a evolucionar, sin pretender tener más verdad de la que se tiene.

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