Los diez de 2012

Por Fernando Frías, el 31 diciembre, 2012. Categoría(s): Uncategorized

Como se pueden imaginar, seleccionar solo diez casos de entre los que hemos ido reflejando en la lista no ha sido tarea fácil. Ha habido contrincantes muy prestigiosos (aunque se hayan dejado parte de ese prestigio en el fango de la pseudociencia), con mucha solera y hasta casi merecedores de sección fija. Pero después de una reñida competición los diez elegidos son (por estricto orden de aparición en la lista) los siguientes:

La «curación» de la homosexualidad en la Universidad San Pablo-CEU que contó dosmanzanas; uno de tantos ejemplos que deberían hacer reflexionar acerca de la existencia de Universidades confesionales.

– La formación (o deformación) que imparte la Generalitat Valenciana a los formadores, por partida doble: aquí y aquí. La conocimos gracias a Enseñanza-Aprendizaje.

– El Ministerio de Sanidad, que por primera vez ha aprobado para su venta como si fuesen medicamentos una docena de productos homeopáticos. Quizá es que los considere también «científicos».

Las jornadas piramidológicas celebradas en la sede de Barcelona del Centro Superior de Investigaciones Científicas, con salpicaduras para la Universidad Politécnica y el Colegio de Arquitectos.

– Y, ya que estamos en Barcelona, la entrañable celebración chamánico-místico-chiflada del solsticio de verano que, bajo el lema «consciencia solar, un nuevo modo de ver la realidad», tuvo lugar en la Universidad barcelonesa.

– La programación de actividades del Colegio de Psicólogos de la Comunidad Valenciana, digna de un profundo estudio psicológico, como vimos aquí y aquí.

– El curso sobre chifladuras antoposóficas que, de nuevo, organizó el Ministerio de Agricultura, y que fue acertadamente calificado por Materia como «curso de pociones mágicas».

La charla sobre la «nueva medicina germánica» que, sin la menor consideración hacia las víctimas de esa superchería, programó la Casa de Cultura del Ayuntamiento de Benirredrá.

El curso sobre cuidados complementarios en enfermería holística que ofreció el Consejo General de Enfermería de España, que compensa su falta de originalidad con la mayor concentración de ideas pseudocientíficas que hemos visto en mucho tiempo.

– Y por último, el bochornoso caso de las psicofonías de la Universidad de Vigo, un ejemplo más de que las pseudociencias es mejor no tocarlas ni siquiera con un palo muy largo.

Esto en lo que respecta a 2012. Para 2013 me temo que tendremos más y mejores (o peores, según se mire, historias). Y las seguiremos contando, por supuesto.



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Por Fernando Frías, publicado el 31 diciembre, 2012
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