Si miran ustedes el calendario verán que hoy… bueno, no, no lo verán porque no es una celebración oficial sino alternativa (y puede que holística y cuántica), pero el caso es que hoy se celebra nada más y nada menos que el Día Mundial de la Homeopatía, con ocasión del aniversario del nacimiento de Samuel Hahnemann.
Bien pensado, y teniendo en cuenta la que está cayendo, quizá los homeópatas españoles deberían haber aprovechado que la de hoy no ha sido nunca una celebración muy popular en nuestro país y dejarla correr este año, a ver si mientras tanto escampa. Pero no ha sido así, y de hecho el pasado día 6 tuvo lugar una rueda de prensa teóricamente destinada tanto a anunciar los actos de este día (y de esta semana, porque ya puestos se apuntan a la tradición anglosajona de celebrar toda una “Homeopathy Awareness Week”) como a defender la homeopatía.
Y que, como era de esperar, fue un fiasco. De hecho lo fue incluso desde antes de su celebración: con las invitaciones a la rueda de prensa ya enviadas los organizadores tuvieron que cambiar a toda prisa el lugar del evento, ya que en el que habían previsto en un principio (nada menos que el Colegio de Médicos de Madrid) les dijeron que de eso nada, monada, que se buscaran otro sitio y que, por cierto, y ya puestos, el Colegio está estudiando disolver la sección de médicos homeópatas.
Pero este jarro de agua fría no fue el único, porque pocas horas después de la rueda de prensa llegó un segundo chaparrón: la Universidad de Valencia decidía -por fin- dar carpetazo a su lamentable Máster en Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía.
Así las cosas, la rueda de prensa no sirvió mas que para poner en evidencia lo que ya sabíamos: que los homeópatas españoles siguen reclamando para su disciplina una legitimidad que no merece, que siguen presumiendo de tener a su favor unas evidencias científicas que resultan estar más diluidas que una dosis de oscillococcinum, y que además se sienten injustamente oprimidos y acosados.
Lo cual nos da pie a iniciar nuestra particular celebración de este día y esta semana. Semana que conmemoraremos recordando algunos de los remedios más estrafalarios que nos ha proporcionado esta pseudoterapia. Así que hoy traemos para todos ustedes: el Muro de Berlín.
Como recordarán, una de las premisas fundamentales de la homeopatía es que lo similar cura lo similar, de modo que una sustancia algo que cause determinados síntomas en una persona sana curaría los mismos o parecidos síntomas en caso de que esa persona enfermara. Y no me negarán que en cuanto a sensaciones de opresión el Muro de Berlín era el no va más, ¿verdad?
De hecho, si nos fijamos en la lista de síntomas que nos explican aquí podemos comprobar que muchos de ellos cuadran asombrosamente con lo que cuentan los pobres homeópatas españoles acerca de la sensación que les provoca lo que está ocurriendo últimamente:
Olvido y separación es el síntoma generalizado en todos los pacientes. Una insoportable opresión desde el exterior que causa una explosión o una implosión en el paciente; gran desesperación.
Y, en efecto, los pobres se sienten olvidados, separados de su antaño envidiable posición en Colegios Oficiales y Universidades. Y, bueno, yo no llegaría a decir que vayan a explotar (o implosionar), pero desde luego sí que se quejan de una insoportable opresión desde el exterior que les lleva poco menos que a la desesperación.
Opresión (política, familiar, de abuso sexual, religiosa, bulling) y percibirse a sí mismos como víctimas, reprimidos en su creatividad.
Vale, de momento no han llegado a acusar a los críticos de la homeopatía de abusos sexuales, pero prácticamente sí de todo lo demás. Y evidentemente se perciben a sí mismos como víctimas.
Agudos: con una abrumadora oposición. Situaciones en hospitales o juzgados.
Ciertamente se han encontrado con una abrumadora oposición. Y aunque de momento no han comentado nada sobre los hospitales, lo cierto es que sí que han hablado de llevar a sus críticos ante los Tribunales, quizá acusándolos de algún delito de ofensa a los sentimientos homeopáticos. Digo yo.
Y podríamos seguir. Frases como esa de que
Todo se derrumbará; sin esperanzas de recuperación.
O esa otra de
Depresión, sensación de negrura, aislamiento total, soledad, desesperación.
También podrían venir bastante a cuento. Pero, en cualquier caso, creo que captarán ustedes la idea genera, ¿verdad?
Y ahora es cuando algún lector esperará que desvelemos que todo se trata de una broma, una parodia de los remedios homeopáticos, ¿verdad?
Pues no: el Muro de Berlín está a su disposición en los más, ejem, prestigiosos proveedores de productos homeopáticos, como Ainsworths o Helios.
Y es que no hace falta que nos inventemos las parodias: la homeopatía lo hace amablemente por nosotros.
A medida que leia se me ocurrian mil y una ideas, pero van a tener razon, porque he acabado con tal depresion que no se que decir.
No lo se. Por un lado ese argumento victimista es muy peligroso:
«Tenemos razón porque nos atacan y tenemos derecho a hacer lo que hacemos porque esta «mal visto»»
Si ser «reprimido» al llevar a acabo una atividad…, dejemoslo en dicutible. Justifica que te dejen desarrollarla con todo lujo. Entonces… Si yo robo un banco tengo derecho a hacerlo proque esta reprimido por gente que no entiende mi filosofia de atracdor, ¿no?
«Oiga, que no puede llevarse mil millones a Panama…»
«NO, no. Es que usted no entiende mi filosofia financiera innovadora y quiere reprimir el progreso»
«¡Ah, entonces vale!»
Vamos a ver.
Ya que darle una somanta bofetadas a alguien lo deja baldado. Si yo les doy de patadas en los güegos…, Por eso de los opuestos…, ¿Se les quita la tonteria y me pagan una pasta por ello?
Oye. Si lo del muro de berlin cuela, ¿porque no una terapia olisticapulla cuentica — de tener mucho cuento — de patada en el velo del paladar?
En fin.
No, si al final, por su teoria de los opuestos, va a resultar que cuanto mas les criticamos mas ufanos estan.
Y es cierto eso de «ofender los sentimientos». Pero hay que tener en cuenta que depende de si el juez en cuestion — y los demas poderes implicados — comparten o no esos sentimientos ofendidos.
A mi me ofende profundamente en mis mas profundos sentimientos el obispo de granada o el de alcala y sin embargo, no me hacen ni puñetero caso cuando quiero querellarme contra ellos.
No se si me explico.
Saludos olitico cuenticos.
muy buen post, me ha dado para un rato de risas (la homeopatia no sirve mas que para eso) 🙂
Me alegra saber que han cerrado el máster de homeopatía de la UV, en su día envié una carta protesta diciendo que no tiene ninguna base y mostrando metanálisis que así lo indican y me contestaron que el máster lo formaba gente muy preparada con muchísimos artículos a sus espaldas y que estaban dándole un enfoque científico a la especialidad.
Ese día perdí la fe en mi universidad, hoy al menos la recupero.
Siempre me he preguntado qué diferencia hay entre el principio químico que pueden tener, digamos, las plantas que usan los homeópatas y ese mismo principio extraído por una empresa farmaceútica o directamente sintetizado.
La diferencia es que el principio químico empleado por los homeópatas se diluyé de forma que es estadísticamente muy improbable que en la dosis que tomas haya una sola molécula del mismo. El principio activo empleado en la medicina convencional (por no decir «medicina» a secas), se diluye a dosis mensurables. Yo me acabo de tomar un Oemeprazol con 20mg de principio activo, que son un montón de moléculas.
Pero olvidemos la base teórica. Hay medicamentos convencionales cuya via de acción no está clara (o directamente se desconoce) ¿Por qué esos medicamentos sí valen y los homeopáticos no? Porque esos medicamentos han pasado el test de doble ciego para ver si funcionan. Doble ciego porque ni el paciente (primer ciego) ni el médico que hace el seguimiento de las pruebas (segundo ciego) saben lo que realmente está tomando el primero. Es al final cuando se reunen los datos donde se compara los resultados entre el grupo que tomaba la sustancia a evaluar y el que tomaba un simple placebo (Para los que vimos Farmacia de Guardia, el «Agua de Lourdes» que se llevaba doña Paquita). Si un medicamento demuestra que es sustancialmente más efectivo que el placebo (que realmente también ayuda a mejorar a los pacientes, aunque solo sean los síntomas), se considera aceptable. Es esa prueba la que no ha podido superar nunca un medicamento homeopático. Por supuesto te pondrán casos en los que un enfermo tomó un medicamento homeopático y sanó. Si hubiera rezado, se llamaría «milagro», y a veces pasa. Como tomó un medicamento homeopático, se llama «curación por homeopatía», y también pasa. El cuerpo humano es duro, y quiere curarse. A veces lo logra el solo, a veces hay que ayudarle.
Gracias por responder. Me refería al producto químico en sí, siempre y cuando haya uno detrás y no sea agua con azúcar solamente, no a como lo diluyeran aunque me imagino que meterán pseudociencia a presión para justificarlo.
A ver.
Una señora va al charcutero y le pide cinco centimos de jabugo.
El charcutero coje una loncha y se la acerca, diciendo: ¡Huela, pero no mucho!
Mas o menos esa es la diferencia entre el EMPLEO que hace un farmaceutico del principio activo y un …, ¿lo llamamos homeopatata? ¡Vale! Y el uso que hace de ese principio (?) el homeopatatico.
En la pastilla esta presente el principio activo — es de suponer y esperar, que tampoco es que este garantizado — mientras que en la homeopatatia NO esta presentete y puto pelota.
De hecho, yo sospecho que se limitan a comprar envases vacios de los quimicos, para el uso que le van a dar…
Pero claro, el salbutamol es el mismo, salvo que con el inhalador si superas un broncoespasmo, mientras que con el remedio de boiron no.
¿Le he aclarado la idea señor 95?
Estas muy perdido con esto, en los remedios homeopáticos no hay ninguna planta ni principio químico, solo agua y azucar
La dilución a niveles absurdos y por tanto el engaño de vender agua con azúcar como si fuese un principio activo (o dar gato por liebre) y la posibilidad de verificar la eficacia clínica de este principio activo por cualquiera, cosa que no se da en la homeopatía.
Relacionado con esta entrada, a mí me parece que quien quiera gastarse los casi 7000 euros, del máster en medicina tradicional china impartido por varias universidades catalanas, ha de tener muy claro cómo va a sacales provecho (para mí la medicina china no es un timo como sí lo es la homeopatía).
¿Y podria usted explicarme en que consisten esas medicinas chinas?
Lo poco que yo se, aparte de la teoria de opuestos (?), las agujitas (?) y ser responsables de la extincion del rinoceronte — entre otras especies — porqu eel polvo de cuerno es muy bueno, poco mas serio he oido o leido.
Mire, si de aprovechar los principios asctivos se trata, me parece, que como con la splantas medicinales, sale mas a cuenta un comprimido depurado y concentrado que comerse el bazo de un triton.
En fin, que me gustaria que em aclarase que base cientifica tiene al medicina china. Aparte de ser una civilizacion antigüa, plaganda de superticiones sociales, y que son muchos.
Si es que no lo habéis pillado. Para que los homeópatas se tomen en serio las críticas, hay que hacérselas mínimo a 6CH.
Así, para transmitirles que «la homeopatía es una zafia burla engañabobos llevada a cabo por descerebrados estafadores caraduras», solo hay que decirles «caca, nene». enseguida lo entenderán….
Pues a mi me da pena la de gente que se deja embaucar por los propios médicos y pagan bolitas de anis a precio de caviar.
Hay mucha madre joven sin demasiada formación gastando el dinero que debería gastar en la frutería y la pescadería.
Alguien les tiene que abrir los ojos….
Lo único que sé, es que si me tomo un medicamento convencional de farmacia me da efectos secundarios, especialmente sueño o ardor estomacal, mi hígado y riñones lo resienten… y la homeopatia al menos no da ése tipo de cosas, efectos secundarios. Igualmente sea cual sea la medicina al final la gente muere tarde o temprano. Por lo menos vivir lo que se viva con la opción de escoger lo que a cada uno le sienta bien. Además ambas mediconas no son excluyentes entre sí, hasta se pueden complementar. Aquí es tener la mente abierta, ya que si de fraude se tratara tendríamos mucho que hablar también de la medicina convencional.
Ten en cuenta que estás comparando medicamentos con efectos reales con placebos. Es como si comparásemos un avión de pasajeros con una alfombra voladora: en el avión te puedes marear y en la alfombra no, pero resulta que la alfombra no vuela. Aquí pasa lo mismo: los medicamentos pueden producir efectos adversos y la homeopatía no, pero es porque la homeopatía no produce efectos de ningún tipo. Y en cuanto al fraude, lamentablemente lo hay en la medicina convencional, pero la situación es aún peor cuando te venden un producto inerte haciéndolo pasar por un medicamento: en ese caso no es que pueda haber fraude, es que es un fraude. Saludos.